La Máquina de Vapor Sajona de la mina La Dificultad Real del Monte, Hgo.

Belem Oviedo Gámez y Marco Antonio Hernández Badillo*

Mina La Dificultad. Real del Monte, Hgo., 1890. Albúmina Fototeca AHMMAC

Desde su nacimiento, la fotografía fue considerada un recurso imprescindible para diferentes disciplinas del conocimiento, en particular para aquellas relacionadas con las ciencias sociales, que estudian los cambios en nuestro entorno y la singularidad expresiva del quehacer humano. Hoy en día no deja de sorprender a quienes nos dedicamos a la historia, las posibilidades para su análisis que guarda el lenguaje iconográfico de una imagen fotográfica.

Si bien la finalidad con la que se producen las imágenes, crea un contexto que determina en buena medida su campo de aplicación y probablemente incide en su valor como documento histórico, este hecho no agota por si mismo sus posibilidades discursivas. La fotografía modifica los linderos tradicionales de percepción de tiempo y espacio, nos acerca a lo que se encuentra distante y ha permanecido ajeno a nosotros, amplía el campo y escenario de nuestras indagaciones y se convierte en un acto de alteridad. Lo que permite conservar su vigencia testimonial al margen del momento en que tuvo su origen. Por otra parte, su naturaleza como referencia de un hecho le permite dar cierta concreción a la investigación histórica, al aportarle indicios tangibles de la realidad.

Durante el siglo XIX el captar imágenes no dejó de ser un acontecimiento. La invención del negativo fue clave para facilitar su desempeño en una gran diversidad de actividades (agregándose a otros inventos que se fueron integrando desde la revolución industrial), al grado de convertirse en un elemento esencial en el vertiginoso mundo de la sociedad industrial y finalmente en un acucioso registro de ella, desplazando al dibujo y la ilustración.

Un lugar común fue su utilización en folletos de productos comerciales y de consumo, o especializados en la comercialización de maquinaria, herramienta, e incluso instalaciones industriales. Estas publicaciones ahora son particularmente útiles para estudiar aspectos del desarrollo industrial y la evolución de la tecnología.

Las propias empresas encargaban reseñas y la elaboración de materiales ilustrados de sus instalaciones, procesos y actividades, para incentivar la inversión en sus proyectos o la venta de sus productos. Las minas de Real del Monte y Pachuca, uno de los centros mineros con mayor tradición en México, no fueron la excepción.

Se hicieron valiosos estudios y monografías, que dan cuenta del desarrollo y crecimiento de la actividad minera en la región. La realización del registro fotográfico fue encargado, por el departamento de ingenieros de la Compañía Real del Monte y Pachuca (CRDMyP), a fotógrafos profesionales, entre ellos David Bustamante. Estas imágenes se editaron en el boletín del Instituto Geológico de México con trabajos sobre Real del Monte de Ezequiel Ordoñez y Manuel Rangel (1899); así como en los libros México y su Evolución Social dirigido por Justo Sierra (1901), Las Minas de México de Jhon Soutworth (1905), y El Mineral de Pachuca (1897) dirigido por José G. Aguilera.  Algunas de estas fotografías se conservaron en las instalaciones de la empresa y hoy se han integrado a la fototeca del Archivo Histórico y Museo de Minería, A.C. 

Entre 1908 y 1910 con motivo de la conmemoración del centenario de la independencia de México, Eugenio Espino Barros Rebouché en su recorrido por el país hizo un registro de las principales minas de la región, publicadas en el Álbum Gráfico de la República Mexicana 1910. 

Balanzón máquina de vapor en Mina La Dificultad, en Ordóñez, Ezequiel y Manuel Rangel  “El Real del Monte”. México, Instituto Geológico de México, 1899
Dibujo del balanzón para La Dificultad, 1886. AHCRDMyP, Fondo Siglo XIX.

Gracias a estas imágenes, al magnífico registro -documental y gráfico- realizado por Rangel y Ordóñez en 1899 y a las descripciones minuciosas de los ingenieros de la compañía minera, abrimos una ventana al pasado que deja ver La Dificultad1 en un paisaje dominado por una casa de máquinas de dimensiones nunca vistas en el Real: 14m de ancho, 26m de largo y 20m de alto, con un techo formado por armaduras de fierro, cubiertas de lámina acanalada, y con  tres cuerpos de ventanas que permitían el paso de la luz para iluminar el interior2. A un costado la chimenea con 40m de altura y forma octagonal, también única en la zona, y en el interior2 de ella una poderosa máquina (580hp) del sistema Woolf, de doble efecto para el desagüe, con bombas Rittinger y un contrapeso hidráulico.


Chimenea Mina La Dificultad, Real del Monte, Hgo., 2011. 
Fotografía digital Marco Antonio Hernández Badillo

Los hombres que detuvieron un momento su trabajo para dejarse captar por la cámara, que sin saberlo los inmortalizaría, permiten hoy día dimensionar el tamaño de la máquina cuyo balanzón de fierro dulce se extendía a casi 18 metros de altura. En este viaje al pasado, nada se inventa, sólo se descubre en cada ventana abierta. 

Máquina de vapor, Ca. 1890 Plata/gelatina. 
Fototeca AHMMAC.

Con el apoyo de las fotografías y la documentación histórica, fue posible tener una lectura apropiada del sitio donde se encuentra la mina y recrear a escala, la gran máquina de vapor, que si bien es un elemento simbólico y didáctico, ayuda a nuestra imaginación y despierta admiración el enorme esfuerzo que costó construir la máquina, la casa y habilitar el lugar. También permite traer al presente la imagen de los mineros alemanes y mexicanos que construyeron  este sitio. Ahora es posible rememorar esta historia en el museo instalado en la mina. 

Así, después de 133 años las imágenes contenidas en la fototeca de AHMMAC, y las que ilustran las publicaciones señaladas son un testimonio invaluable que permite cruzar el puente tendido entre siglos.

Maqueta de la máquina de vapor, 2011. Museo de Sitio Mina La Dificultad.
Fotografía digital Marco Antonio Hernández Badillo

Al iniciar el siglo XXI, esos testimonios enriquecidos con el archivo escrito generado en torno a la adquisición, traslado, montaje y desempeño de “la Máquina” en el siglo XIX, fueron fundamentales en la recuperación de una parte de esa memoria olvidada en el tiempo, de una Historia que cobra vida en su realidad decimonónica alejada de la leyenda inventada a su alrededor. Una Historia que deja clara la riqueza y variedad de la tecnología aplicada; en donde el hombre y las máquinas han hecho posible que la plata se siga extrayendo en Real del Monte.

La fotografía, vista como un documento histórico, y los registros escritos nos adentran a la historia de la Máquina de Vapor de La Dificultad. 

La Gran Máquina Sajona 
Desde la segunda década del siglo XIX las máquinas de vapor  se integraron a la explotación del subsuelo en las minas mexicanas. En Pachuca y Real del Monte, Hidalgo, prevalecieron durante casi todo el siglo las fabricadas en el condado Cornwall, Reino Unido. 

Mina La Dificultad, en Ordóñez, Ezequiel y Manuel Rangel “El Real del Monte”.
México, Instituto Geológico de México, 1899

No obstante, la tradición y la fama de las casas inglesas productoras de máquinas para las minas, casi al finalizar el siglo la Real del Monte empezó a adquirir maquinaria alemana.  En 1885 se encargó a la casa Paschker und Kaestner en Freiberg una máquina de columna de agua para el desagüe de la mina Morán; ya a principios de siglo Andrés Manuel del Río había intentado desaguar la mina con una máquina de este tipo sin obtener buenos resultados3 y fue en ella donde los Cornish instalaron la primera máquina de vapor, en 1825.

Después de un estudio realizado por los directivos de la CRDMyP, que incluyó la visita a fábricas alemanas, se optó por adquirir una máquina para La Dificultad en Chemnitz, que si bien resultaba más costosa a una oferta que se tenía de Cornwall, se justificaba por la economía que se tendría en el consumo del combustible4.

El 2 de mayo de 1887 Oëtling Hermanos de Hamburgo, en representación de la CRDMyP, firmó con la Gran Fábrica de Máquinas un contrato para la construcción de un complejo de máquinas capaces de bombear agua y colar el tiro al mismo tiempo, compuesto por: una bomba sistema Rittinger con potencia de 900 caballos de vapor, una bomba perforadora para profundizar el tiro hasta 485 metros, un aparato Eschwingel completo para subir y bajar la bomba. Así como refacciones para ambas bombas, tubería, tornillaje, empalmes de goma y llaves de tuercas necesarios. Además de dos neutralizadores o balanzones hidráulicos para contrabalancear las 85 toneladas, de peso de las cadenas de transmisión. El equipo tendría un peso total de 310 toneladas y un costo de 130,950 marcos alemanes.

Para evitar contratiempos durante la marcha y aun teniendo maquinistas competentes, por consejo del presidente de la Junta Directiva de la compañía minera, José de Landero y Cos, se estableció un contrato de personal con la fábrica de máquinas en Chemnitz. Entre septiembre de 1888 y febrero de 1890 llegaron a Real del Monte montadores, carpinteros, ingenieros, bomberos, albañiles, ademadores y maquinistas desde Alemania. 

Mientras en Chemnitz enfrentaban el reto de construir una potente máquina de vapor para una mina al otro lado del Atlántico, en Real del Monte se afanaban en crear las condiciones para albergar y hacer funcionar esa maquinaria.  Mano de obra, conocimiento y experiencia mexicana y extranjera se unieron para instalar y hacer funcionar la nueva máquina.  En octubre de 1888 el montador ruso Anatolio Mertzenfeld informó que podía terminar el trabajo de acondicionamiento del tiro para recibir a la bomba de vapor, con el apoyo de gente de la Maestranza de Real del Monte sin que fuera necesario contratar más personal en Alemania5.  

Al poco tiempo de su inauguración se rompió un codo de las bombas. Para no paralizar los trabajos durante tres meses, tiempo que tardaría en llegar el repuesto de Alemania, los mexicanos Rodolfo Muñoz encargado de los trabajos en el Real y Juan Pratt, de ascendencia Cornish, jefe de la Maestranza, realizaron un modelo del codo y lo mandaron fundir en la Ferrería de Apulco, Hgo6. La pieza rota estuvo lista en menos de un mes, así la máquina de La Dificultad se sumó a los dos elementos de desagüe con que se contaba en Real del Monte: el socavón del Aviadero y la máquina Cornish de la mina de Dolores.

En enero de 1890 se inauguró la máquina que resultó ser de 580 caballos de vapor con un malacate fijo de 80 caballos. No obstante, la reducción en la potencia solicitada originalmente, el gran “elefante blanco” como la llamó Gilberto Crespo, fue -en palabras del mismo autor- la máquina para desaguar minas, más grande y potente instalada en México7. El costo total, incluido su traslado desde Alemania a Real del Monte, la habilitación del sitio y su instalación en el tiro de La Dificultad fue de $ 423,036.428.

Malacate, Mina La Dificultad, en Ordoñéz, Ezequiel y Manuel Rangel
“El Real del Monte”. México, Instituto Geológico de México, 1899

El desagüe realizado por la maquina de vapor de La Dificultad permitió continuar los trabajos de exploración y explotación del subsuelo realmontense y dar el salto al nuevo siglo; dio tranquilidad y ganancias a los accionistas de la empresa, que de $ 153 319.17 en 1889 pasaron a $ 529 018.53 en 1891. A los trabajadores les otorgó la seguridad de mantener su fuente de ingresos, y a la población tranquilidad porque sabía que su vida dependía, como en todos los pueblos mineros, de la continuidad productiva; de ahí la gran fiesta que organizaron con motivo de la puesta en marcha de la máquina.

La inauguración de la máquina de Dificultad fue todo un acontecimiento para la población, reseñado por “El Heraldo”, diario católico de la Ciudad de México. Asistieron autoridades civiles y eclesiásticas, funcionarios de la compañía, mineros y sus familias.

Felipe N. Barros dejó constancia de que el cura de Real del Monte, P. García, bendijo la  máquina e inmediatamente “el maquinista abrió las llaves, movió las palancas y la gran máquina, en medio de los más nutridos aplausos y vivas acompañados de los acordes de nuestro nacional himno, comenzó á andar, de una manera tan majestuosamente sublime, que la más profunda emoción se dejó sentir en aquel mar de embravecidas olas humanas. Concluido este acto, por si solo tan imponente, la concurrencia llenó por completo la gran nave de la parroquia, en la cual se ostentaban magníficos y ricos adornos; un Te Deum solemnísimo acabó por llenar de gratísimos recuerdos á todas las personas, que siempre conservarán en la memoria fiel retrato de esta simpática, alegre y hechicera fiesta”9.

La instalación, inauguración y puesta en funcionamiento de la Máquina de Vapor Sajona de la mina La Dificultad en Real del Monte, tuvo un impacto que aun perdura en el paisaje, en la economía, en las relaciones laborales, en la producción metalífera, en la vida misma de un pueblo. Quizá de esto fueron conscientes quienes trabajaron para hacerlo posible y posaron en las escaleras de acceso a la casa de máquinas, para una fotografía que sería histórica y que es una muestra de que al final de la historia, trabajadores extranjeros y mexicanos aprendieron a convivir, a intercambiar experiencias y conocimientos, a superar dificultades en pos de la búsqueda del preciado metal. 

Trabajadores de La Dificultad, Ca. 1890 Albúmina, Fototeca AHMMAC.
Sentados de izquierda a derecha: Anatolio Mertzenfeld, probablemente Juan Pratt y Rodolfo Múñoz. Atrás de Muñoz (con barba) Andrés Aldasoro.

La Máquina Sajona de la Dificultad hizo posible abrazar un sueño anhelado desde la época virreinal: desaguar las minas de la zona; y al poco tiempo concluir una etapa histórica y tecnológica: la era del vapor en Real del Monte.


* Archivo Histórico y Museo de Minería, A.C. (AHMMAC), Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (TICCIH) y, Oviedo del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de UNESCO (ICOMOS)


  1. La mina fue denunciada en 1865 por los Sres. José María Martiarena y Enrique Chester; en 1880 pasó a formar parte de la Compañía Real del Monte y Pachuca, la cual enfrentaba serios problemas económicos debido a la baja del precio de la plata en el mercado internacional, la reducción en la producción de las minas de Pachuca y a la inundación de varios laboríos en Real del Monte. De ahí que se tomara la decisión de adquirir una potente máquina para  asegurar la continuidad de la producción. Después de varios estudios realizados por los Ings. Andrés Aldasoro y Manuel Contreras y por los señores José de Landero y Cos y Rodolfo Muñoz, se decidió abrir un tiro a un lado del “cementerio de los mexicanos” en el fundo de La Dificultad.
  2. AHCRDMyP, Fondo Siglo XIX, Contabilidad a la Dirección, Inventarios por Negociación 1889-1907, Vol. 245, exps. 2 y 4, 31 de diciembre de 1894.
  3. ORDOÑEZ Ezequiel  y Manuel RANGEL, El Real del Monte, boletín del Instituto Geológico de México, Ofna. Tip. de la Secretaría de Fomento, 1899  p. 55-56             
  4. AHCRDMyP Fondo Siglo XIX Depto. de Ingenieros. 14 enero 8 de 1877 5 AHCRDMYP, Fondo Siglo XIX. Administración de Minas de Real del Monte, octubre 13 de 1888
  5. AHCRDMYP, Fondo Siglo XIX. Administración de Minas de Real del Monte, octubre 13 de 1888
  6. AHCRDMYP, Fondo Siglo XIX. Dirección a Junta Directiva, Correspondencia, núm. 29, 1890
  7. CRESPO y Martínez, Gilberto, “La Evolución Minera” en México, su evolución social. T. 2 México, J. Ballesta y Cía. Sucesor, Editor, 1901.
  8. AHCRDMyP, Fondo Siglo XIX Contaduría No.1, Copiador de cuentas del 28 de dic. 1889 al 2 de Feb. de 1892, 4 de febrero 1890 
  9. EL HERALDO. Diario Católico.“Libertad para todo y para todos, menos para el mal y para los malvados” García Moreno Dir. y Prof. Trinidad Sánchez Santos. No. 256 año 1, tomo 1, México. Jueves 16 de enero 1890.