LA ENTREVISTA

Ing. Alfredo Ornelas Hernández

Coordinador de los Programas Educativos de Ingenieros; Geólogo y de Minas y Metalurgista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua

¿Cuál es el panorama actual de las disciplinas en Ciencias de la Tierra que se imparten en la Universidad Autónoma de Chihuahua?
En principio, me gustaría hacer un poco de historia. Esta universidad se crea en 1954 y un año después nace la Facultad de Ingeniería con la carrera de ingeniero Civil; posteriormente, en 1967, se constituye la carrera de ingeniero de Minas y Metalurgista y en 1985 se instaura la carrera de ingeniero Geólogo. Cabe mencionar que en la carrera de Geología -desde el primero hasta el noveno semestre-, están matriculados 158 alumnos y en la de Minas y Metalurgista 265 alumnos, esta última se imparte de forma integral dando un panorama general y de aplicación más amplio a los estudiantes. 

Adicionalmente, los programas educativos de ambas disciplinas están acordes con las necesidades de una industria altamente tecnificada y productiva como es el sector minero y la razón es que constantemente se han mejorado y actualizado. Cada año se mantienen reuniones de trabajo con las diferentes empresas y los grupos de interés que son las instituciones públicas como el Servicio Geológico Mexicano, CIMAV, Comisión del Agua, Dirección de Minería del Estado de Chihuahua, entre otros, y en este sentido la retroalimentación es fundamental. Por otro lado, también escuchamos la voz de los egresados para la mejora de los temas de interés,  actualizados de acuerdo a cada uno de los Programas.

Lo anterior, nos ha permitido refrendar nuestra acreditación ante el organismo a nivel internacional CACEI (Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería), y en este punto quiero señalar que en la reacreditación que iniciaremos el próximo año, daremos especial énfasis en los temas sociales y ambientales, sin dejar a un lado por supuesto el tema de la tecnología.

Sabrayando la importancia de lo ya mencionado, actualmente en los módulos de topografía, evaluación de yacimientos minerales, diseño de minas subterráneas, diseño de tajos abiertos, operación de minas, se operan 2 softwares de primer orden como son Minesight y Surpac, entre otros. En fecha próxima se va a fortalecer el Ventsim, software utilizado preferentemente en las operaciones mineras subterráneas en todo el mundo, incluido México.

Un indicativo de la calidad de la enseñanza que se imparte a los muchachos en esta Facultad de Ingeniería es que casi el 70% de los egresados, en corto tiempo cuentan con trabajo. Hoy en día, tenemos compañeros trabajando en Perú, Chile, EUA, Canadá, Egipto, África. Por citar un ejemplo, el Ing. Julián Chavira, un egresado de esta Facultad es el director general de operaciones de la mina más grande que tenemos en México, Cananea, cuya producción es alrededor de 1 millón de toneladas diarias de cobre. Por otro lado, en Sierra Metals, el director general es el Ing.  Alonso Lujan, quien es Geólogo de la UACh; es decir, nuestros egresados se mantienen de forma exitosa en el contexto y en el ámbito nacional e internacional. Como dato adicional, debo destacar que los Ingenieros Mineros y Metalurgistas tienen el concepto más amplio de la minería, por lo que les permite tener mayor visión de las operaciones

¿En la impartición de las disciplinas de Ciencias de la Tierra se da importancia a temas relacionados con la comunicación y la sociedad?
Las materias conocidas como habilidades blandas comenzamos a impartirlas desde los primeros semestres: Valores, responsabilidad, credibilidad, trabajo en equipo, son temas muy formativos para los estudiantes porque cuando van a entrevistas de trabajo, los reclutadores hacen un 70% de preguntas relacionadas con los valores y sólo un 30% de conocimientos, esto es así, porque al final las empresas brindan la formación que desean de acuerdo con sus propias necesidades.

En reuniones con los egresados constantemente hacemos estas preguntas: ¿Cuando comenzaste a trabajar qué fue lo más difícil? ¿Cuáles fueron los retos? ¿Cuáles eran las deficiencias que se arrastraban desde la universidad? y una respuesta muy común es la dificultad para comunicarse. Se da el caso que un egresado de veintitantos años tiene bajo su responsabilidad a operadores con treinta años de experiencia trabajando un equipo de 400 toneladas de capacidad y estar al mando de esos operadores es algo muy complejo. Por todo lo anterior, las materias universitarias nos ayudan con las nuevas generaciones a romper el hielo, a lograr una comunicación sencilla y eficaz con todas las partes relacionadas.

Otro punto en el que se hace mucho énfasis con los estudiantes es que deben involucrarse de forma mas profunda con las comunidades, es un hecho que la mayor parte de las unidades mineras están en campo y cada región tiene una problemática distinta, entonces, se busca que los estudiantes perciban las necesidades sociales y escuchen a los pobladores, a los habitantes originales, quienes son los que tienen el conocimiento mas completo de cada comunidad. 

El rubro que siempre se ha mantenido por su efectividad son las prácticas profesionales ya que está comprobado científicamente que el 75% del conocimiento adquirido de esta manera se queda de forma permanente en los alumnos, por eso se insiste mucho en las salidas de campo, en las visitas a las empresas, donde conocen de primera mano una operación minera. Desafortunadamente, con motivo de la pandemia por Covid-19 dicha modalidad se interrumpió los dos años anteriores, pero ahora ha sido retomada con gran éxito y los muchachos pueden acudir cada semana a una mina y ver de cerca una planta de beneficio, hablar con los encargados y conocer lo último en tecnología de vanguardia en el sector, aunado a las estancias de los periodos de los meses junio/julio y diciembre/enero. Aprovecho para agradecer a las empresas e instituciones que siempre nos apoyan.

En la UACh tenemos una vinculación muy exitosa con las empresas mineras y además de recibir a los muchachos para llevar a cabo sus prácticas, nos han obsequiado algunos activos como las estaciones totales por mencionar algunos. Cada año se realizan dos semanas de la ingeniería (abril y octubre) a las que acuden directivos de las diferentes empresas a impartir conferencias y talleres a todos los estudiantes de cada programa educativo. 

Otro tema en el que debe trabajarse con mayor intensidad es en el aprendizaje del idioma inglés, las oportunidades de trabajo no sólo están en México sino en otros países con vocación minera y se requieren profesionistas de estas disciplinas. 

¿Se consideran las necesidades de la industria en la elaboración de los programas académicos?
Si, periódicamente se invita a un promedio de 30 empresas, acuden 10 o 15, se analizan y estudian sus necesidades y nos enriquecen con las novedades operativas para mantener en sintonía los planes de estudio de cada programa, a partir de ahí se agendan o complementan algunas materias.El caso de los softwares es un buen ejemplo, hasta hace siete años no se utilizaba software  para la modulación de reservas, la modulación de minas subterráneas y tajos abiertos, planeación de  operaciones, etc., y  ahora están totalmente implementados y los jóvenes tienen el conocimiento.

Anteriormente, la mayor parte de la operación minera era a través de las máquinas neumáticas y gracias a la retroalimentación con las empresas y sus directivos, se implementó en los programas académicos la materia de máquinas neumáticas/hidráulica/eléctricas con la finalidad de que los estudiantes estén plenamente actualizados de las tecnologías en el sector.

Quiero destacar -porque me parece muy relevante- la comunicación que mantenemos en la academia, no sólo con las empresas mineras, sino con los egresados, quienes constantemente nos informan sobre los temas que más interesan en el sector. Por ejemplo, en septiembre u octubre de este año está programado llevar a cabo un diplomado sobre la seguridad social, industrial y salud; considerando la normatividad aplicable, es un tema en el que se expondrá lo que sucede en todas las actividades económicas, es un problema muy real la seguridad operativa porque afecta no sólo al sector minero, también al resto de la actividad económica e incide en la disminución de la productividad, incremento de costos, psicosis en los trabajadores, etc.

¿Existe de algún modo involucramiento de la universidad con la capacitación que se ofrece a los profesionistas de Ciencias de la Tierra?
Si, por supuesto, y es de manera permanente. Como lo decía anteriormente, en las semanas de la ingeniería se imparten conferencias para geólogos, mineros y metalurgistas, a cargo de expertos de primer nivel. Entre la audiencia se encuentran no sólo estudiantes, sino personal de las diferentes empresas, tanto del sector público como del privado. Adicionalmente, en las reuniones mensuales del Distrito Chihuahua de la AIMMGM se presentan temas técnicos y sociales que despiertan gran interés entre los socios (30 de ellos son alumnos de esta universidad).

También se destaca, que, durante los meses de febrero a abril del año en curso, se impartió un diplomado “Diseño y gestión de depósito de jales” de manera virtual, fueron 100 horas con bastante demanda por empresas nacionales y extranjeras, así como los prestadores de Servicio y Profesores de la Facultad, aportando una importante capacitación para mitigar el riesgo de contingencia ambiental, se contó con el apoyo de la Dirección General de Construcción de la Comisión Federal de Electricidad.

Por mi parte, he comentado con otros presidentes de Distrito y algunos socios que es muy importante detectar de forma directa las necesidades de cada región ya que en cada entidad los requerimientos de capacitación son distintos y debe trabajarse teniendo el mayor conocimiento de las diferentes operaciones mineras, conjuntamente con la Dirección de Minería del estado, Clusmin, AIMMGM e Instituciones de ciencias de la tierra. 

¿Cuál es la situación de los posgrados en Ciencias de la Tierra? ¿Existe interés en acceder a ellos?
Me parece que es un tema en el que aún nos falta mucho por avanzar y aunque sería excelente contar con maestrías enfocadas a la evaluación de reservas o un doctorado en investigación y proceso de metalurgia para determinar la aplicación de los minerales, como es el caso del Litio, la tecnología nos llega de afuera por citar algunos. Debo decir también que la operación de una mina es tan absorbente que son muy pocos los interesados. Por otro lado, también es un tema de oferta y demanda, si la universidad produce doctores en metalurgia tiene que haber un campo para trabajar, las empresas o el sector público tendrían que atraerlos.

Aquí, en la Facultad de Ingeniería en el eje de las materias de ingeniería aplicada el 70 % son doctores en geología y han tenido poco contacto con el sector privado porque no los demanda. También es importante mencionar que son muy pocas las universidades que cuentan con estudios de posgrado en estas disciplinas, aunado a que no son muchas las opciones de temas para realizar un posgrado, en esta facultad se brindan las maestrías en Hidrología, Vías terrestres, Computación, también la Especialidad en Valuaciones y Doctorado en Ingeniería.

Hace algunos años se decía que había una titulación muy baja en estas disciplinas, ¿Continúa esta tendencia, o se ha incrementado el número de alumnos titulados?
Lamentablemente, el problema continúa. En la Facultad de Ingeniería de la UACh tenemos 10 carrera presenciales y una virtual, en Minas y Metalurgista se estima que la titulación es cercana al 50%, comparado con el resto de las ingenierías.

Por nuestra parte, insistimos constantemente con los muchachos para que no dejen pasar el tiempo después de concluir sus estudios; buscamos también darles facilidades para que continúen el proceso, hoy en día la universidad tiene 10 modalidades de titulación, por experiencia profesional, material didáctico, tesis, cursos de opción tesis y otras. Las razones que dan para no titularse son familiares, trabajo muy demandante y recientemente, trabajan en el extranjero en el área del gas, pero yo creo que se trata sobre todo de un problema de actitud. Cuando consiguen un trabajo -a veces en los últimos semestres- se van involucrando cada vez más en su desarrollo profesional y adquiriendo mayores responsabilidades y con ello la documentación se vuelve una exigencia, es entonces que regresan a la universaidad y quieren acelerar los trámites para obtener el título y la cédula profesional, pero el proceso por supuesto no es tan rápido como ellos quisieran. Por eso es que insistimos en que al finalizar los estudios se aboquen de inmediato al proceso de titulación.

¿Se puede incidir desde la academia la forma en que se percibe a la industria minera desde la sociedad en general? 
Es una respuesta compleja, porque a quienes trabajamos en el sector nos queda muy claro la importancia de la producción minera en cualquier sociedad. Una falta de comunicación (y creo falla nuestra) es la que ha llevado a satanizar nuestra actividad sin entender que toda la vida moderna tal y como la conocemos sería impensable sin esta industria. Sin ir más lejos, aproximadamente el 90% de todo lo que utilizamos o necesitamos cotidianamente es de origen minero. Los sectores médicos, industrial, en la agricultura, ciencia y tecnología, en la construcción, energía, etc., requieren de materiales de origen minero, y esto no va a cambiar, mientras haya demanda de minerales la producción va a continuar. Sin embargo, también sabemos que debemos cuidar nuestro entorno y hoy en día se trabaja para que nuestra actividad sea sustentable en todos sus procesos y el impacto sea mínimo.

Lo que hacemos desde la academia es informar en todos los foros posibles mediante conferencias, cursos, talleres, sobre la importancia de la actividad minera y su repercusión en nuestra vida cotidiana, creo que es básico que la información veraz, con datos duros, y respaldada por instituciones serias y de prestigio se difunda de manera extensa y positiva en todos los ámbitos, precisando el beneficio que obtiene la sociedad de los recursos de origen minero y que  vaya mejorando la percepción actual.

De aprobarse las reformas a la ley minera dadas a conocer de forma reciente ¿Cómo afectaría a los estudiantes de Ciencias de la Tierra?
Definitivamente, sería una afectación importante porque disminuirían las fuentes de empleo y no sólo en el estado de Chihuahua, sino en todo el país. Me explico, los proyectos se reducirían porque habría incertidumbre en el otorgamiento de las nuevas concesiones en terrenos libres, se recorta también el tiempo de las concesiones y todo ello iría acompañado de mayor lentitud en los diferentes procesos. Si se pretende que sea el Estado quien asuma los trabajos de exploración, por ejemplo, sencillamente no hay la capacidad económica ni el personal suficiente para lograrlo. El tiempo de recuperación de la inversión, sujeto además a las cotizaciones de los mercados que se rige por la oferta y demanda y no de legislaciones diseñadas para estatizar la actividad minera.

En cuanto a los estudiantes, existe la posibilidad de una deserción escolar o matriculas muy bajas, porque si desaparecen las fuentes de empleo no habrá donde aplicar los conocimientos adquiridos; en este sentido, los jóvenes se tendrían que aplicar más en el dominio del idioma inglés u otro, porque habría que tocar puertas fuera del país si desean emplearse en la actividad minera.

¿Cuáles diría que son los principales retos y oportunidades de la educación en este momento?
Es un tema que hemos discutido ampliamente en el sector académico y ante este panorama una opción que vemos muy viable es abocarse a los minerales no metálicos, ya que la mayoría no son concesibles, es decir, no se rigen por la ley de minería y adicionalmente enfocarnos al proceso de beneficio y fabricación de productos.

Otra de las opciones en la que tendríamos que enfocarnos es en el estudio y aplicación de la geotecnia, porque este tipo de especialidades se encaminan hacia el sector de la construcción, a la problemática de las ciudades, donde hay riesgos por movimientos telúricos, o inundaciones, estás áreas son una oportunidad natural para los geólogos.

Finalmente, creo que hay alternativas muy interesantes para explorar de tal manera que nuestros egresados apliquen sus conocimientos y puedan encontrar fuentes de empleo en otros sectores de la economía. Por ejemplo, varios de los egresados han realizado maestrías en ecología, son mineros ecólogos y se emplean más en ecología que en minería, ellos cuentan con un conocimiento más completo porque dominan dos especialidades y eso es una ventaja definitivamente, también en los últimos años han demandado la maestría de Finanzas y el tema fundamental de la seguridad industrial que tanto necesitan todas las actividades económicas en nuestro País.

¿Cómo acercar a los estudiantes a participar en las actividades de la AIMMGM?
Quiero hablar un poco sobre mi experiencia personal. Yo egresé en 1976 de la carrera y en ese entonces, el Ing.  Roberto Iza era profesor y presidente del Distrito Chihuahua, él nos llevaba a los alumnos de 4° y 5° año a las reuniones del Distrito y desde esa fecha he sido socio al igual que muchos de mis compañeros. He participado, en los Distritos Molango, Colima, Torreón Cd. México y obviamente, Chihuahua. ¿Qué es lo que quiero decir con todo esto? Que a lo largo de los años como socio de la AIMMGM he ganado amigos y compañeros entrañables, profesionistas de Guanajuato, Zacatecas, Rosita, Cd. México, SLP, Sonora, Sinaloa, Durango, Sonora, Torreón, mis paisanos de Parral, ente otros.  Tengo la confianza de dirigirme con antiguos colegas para solicitar -por ejemplo- conocer el proceso de fundición de Peñoles en Torreón. Si utilizara los cauces ordinarios seguramente la respuesta no sería tan inmediata o satisfactoria, ya que existe la confianza directa con el director, sin mucho protocolo.

El panorama se amplía cuando se conoce de primera mano a la gente que está posicionada en la industria, ya sea en el sector público, privado y educativo. Ahora, en el Distrito Chihuahua, tratamos de reproducir esa experiencia, actualmente, tenemos 20 muchachos que cuentan con beca del Distrito o de la Asociación a nivel nacional y los conminamos a participar en las reuniones, y aunque no vayan todos, si lo hacen 10 o 15, muchachos que poco a poco se van involucrando de un modo más cercano con la Asociación. 

Un factor importante en lo complejo que resulta acercar a los jóvenes ha sido el cambio de los sistemas de trabajo en las operaciones mineras. Anteriormente, se laboraba de lunes a sábado y se descansaba el domingo, ahora, hay muchas empresas en las que se trabaja 20 días y se descansa 10, o tienen otro rol laboral, los trabajadores viven aislados en campamentos y los días de descanso los emplean en visitar a su familia o en asuntos diversos; por decirlo de alguna forma, “no hacen patria en el Distrito”.

Por ello, mi insistencia en establecer un vínculo más personalizado con estos jóvenes profesionistas, si sabemos dónde se ubican, cuáles son sus días de descanso, podemos invitarlos a participar en las reuniones del Distrito y hacerlos socios. La idea es que hubiera un coordinador o representante de la Asociación en cada Distrito y que dependiera del Consejo Directivo Nacional,  para que él llevara a cabo la labor de acudir a las diferentes unidades mineras y les hablara a estos jóvenes de la Asociación, lo que necesitamos es dar a conocer las grandes oportunidades que representa en lo social y en lo profesional formar parte de la gran familia minera, son tiempos de trabajar, convivir y compartir con nuestra comunidad.

¿Sus mayores satisfacciones en el ámbito académico?
Haciendo un recuento, siento que todo lo que he vivido durante 46 años de profesional del sector minero, la gente que he conocido, mis años en el sector privado, luego en el sector público y ahora en el educativo, Dios me ha permitido ver la minería en 3 D. Tuve la oportunidad de trabajar en importantes empresas, aprendí de operaciones subterráneas, de tajo, de planta de beneficio, financiamiento, etc., descubrí en esos años mi vocación por la minería, la cual con el tiempo se transformó en una gran pasión. Antes de jubilarme viví 4 años en la ciudad de México ocupando el cargo de director de operaciones a nivel nacional del Fideicomiso de Fomento Minero (Fifomi). Y como lo he dicho en otras ocasiones, siempre se aprende y se conocen nuevas oportunidades de mirar a la minería; mi paso por esta actividad me ha permitido trabajar de cerca con las diferentes comunidades y constatar todos los beneficios que la industria minera ha dejado en regiones donde no existe  ninguna opción laboral, gracias a esta actividad se han detonado innumerables fuentes de empleo, se ha creado infaestructura básica que ha mejorado la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. Además, debo decir que las operaciones mineras se realizan siguiendo todos los protocolos de seguridad y adoptando la normatividad para tener una actividad sustentable en todos los sentidos. 

Ahora que me encuentro en el sector educativo, agradezco la oportunidad de continuar disfrutando el trabajo de toda mi vida. Personalmente, es motivo de gran satisfacción compartir mi experiencia y conocimientos con los jóvenes, mirar de cerca su crecimiento personal y su desarrollo en lo profesional es un gran orgullo.

Trabajar en la minería no es sencillo y tampoco es para todos, algo que hacemos en la universidad es llevar a los muchachos -desde que inician el primer semestre – a conocer una planta de beneficio y una mina. ¿Y sabe cuántos se cambian? Como el 30%, esto nos sirve como un filtro o cedazo para darnos cuenta de quienes de verdad tienen la vocación y pasión para trabajar en esta industria.

No omito comentar que, durante las Convención Internacional de Minería de 2019, participamos con diversas Universidades en competencia de conocimientos y se obtuvo el 1er. Lugar en Geología y el 2do. Lugar en Minería, ello demuestra que las carreras de la Facultad de Ingeniería de la Uach, son competitivas.

¿Es buen maestro?, ¿cómo le gustaría ser recordado por sus alumnos en 10, 15, 20 años?
Como profesor, me parece que lo más importante es estar cerca de los estudiantes, motivarlos. El trabajo de un profesor consiste no sólo en enseñar conocimientos, sino en transmitir experiencias de vida, valores, interesarse incluso en los aspectos personales y tratar que los jóvenes se integren y no se aíslen en dinámicas que podrían ser nocivas para ellos. Principalmente que no se olviden de los aspectos sociales, ambientales y económicos de su entorno y les adiciono la seguridad personal, que lamentablemente es un riesgo cotidiano y que transitamos al compromiso laboral. 

Yo creo que independientemente de las valoraciones académicas, la mejor evaluación de mi trabajo es cuando aún después de haber egresado de la carrera, los muchachos mantienen el contacto, recuerdan las clases y mejor aún, continúan buscando la ayuda de su profesor. Eso será siempre el mejor de los alicientes, saber que, de alguna forma, estamos cumpliendo y contribuimos en la formación profesional y personal de los egresados de las disciplinas de Ciencias de la Tierra y con orgullo de mi alma mater que es la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua.