Breves notas sobre la minería mexicana El siglo XVI (parte I)

La conquista, las expediciones descubridoras y colonizadoras, los primeros avances tecnológicos y la apertura de las rutas comerciales y el que vio el nacimiento de los reales mineros que después serían villas y ciudades.

 Ing. Francisco Crespo
GRUPOS ÉTNICOS QUE HABITABAN  MESOAMÉRICA A LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES

En memoria de todos los profesionistas de ciencias de la tierra que sin límites dedicaron su vida a la prospección, exploración, desarrollo, construcción, explotación y beneficio de los recursos minerales de nuestro país, herederos de esa rara y compleja especie humana, mezcla de intuición y ciencia, de perseverancia y técnica, de imaginación y cautela y siempre apasionada en su profesión: Los Mineros.

La minería está profundamente vinculada a la historia de México. Nuestro país cuenta con una enorme cantidad y variedad de recursos minerales, por lo que seguir la trayectoria de su exploración y aprovechamiento a lo largo de 500 años, nos ilustra y permite entender mejor nuestra evolución, desde los fenómenos que afectaron el crecimiento y la distribución de la población en el territorio hasta la evolución del arte y la cultura, muchas de nuestras ciudades surgieron en torno a los reales de minas y gran parte del patrimonio que nos distingue y enorgullece fue auspiciado por la riqueza minera.

El mundo indígena, población y crecimento de mesoamérica, cimientos del México de hoy

“Los Toltecas eran muy experimentados, sabían como encontrar las minas de la genuina excrecencia blanca: Iztac teocuitlatl (la Plata) de la de la genuina excrecencia amarilla: Coztic teocuitlatl (el oro)”

Los pueblos indígenas de México: Descendientes de las sociedades originarias del territorio mexicano. En contraste con otros países donde los pueblos indígenas corresponden en su mayoría a un solo grupo lingüístico, en México se hablaba y habla más de una centena de idiomas diferentes.

Antes de la llegada de los españoles florecieron grandes civilizaciones que tenían una amplia red de comercio que después se convertiría en el Camino Real de Tierra Adentro, una monumental ruta comercial de 2,560 kilómetros de longitud que conectaba a los pueblos del valle de México con los del norte desde Mesoamérica hasta las Montañas Rocosas. A través de esta extensa red de comercio  al imperio Azteca le llegaban tributos de las más apartadas regiones de América. El análisis químico ha demostrado que los objetos de metal llegaron de puntos tan al sur como Colombia, Panamá, Honduras y Guatemala, los objetos de cobre que contiene estaño y arsénico vinieron originalmente de Oaxaca y del Valle de México, los que contenían estaño únicamente son de Honduras y el cobre más puro vino de Guatemala y Chiapas.

LA RUTA DE LA PLATA

Descubrimiento de América

Es la denominación que recibe el acontecimiento histórico acaecido el 12 de octubre de 1492, consistente en la llegada a América de una expedición proveniente de la península ibérica dirigida por Cristóbal Colón. En 1515, 23 años después, dos expediciones bordearon el litoral mexicano y en 1518 el gobernador Diego Velázquez encomendó una tercera expedición a su secretario Hernán Cortés, un modesto hidalgo nacido en Medellín, Extremadura, de 33 años, quien tras pasar siete años en la Española y ocho en Cuba como secretario se había convertido en un próspero encomendero militar, era  también un gran conocedor del mundo indígena y no estaba menos curtido en las trifulcas habituales entre los españoles siempre deseosos de acrecentar sus patrimonios.

A finales de 1519 llegó desde Cuba a la costa mexica y en los meses siguientes, alentado por las alhajas recibidas de los indígenas en sus primeros encuentros, Cortés y sus huestes se dieron cuenta desde el principio de la existencia de metales finos en la tierra que apenas exploraban. El gran Moctezuma envió cuatro embajadores con presentías de oro y con esto, Cortés desobedeciendo las órdenes del gobernador, convirtió lo que debía ser una misión exploratoria en una empresa de conquista de proporciones legendarias.

A su llegada, Cortés se impuso con rapidez a los hostiles indígenas de la zona y se dirigió hacia la capital del Imperio azteca, en su camino logró el apoyo de los nativos Totonacas de la ciudad de Zempoala y tras imponerse militarmente a otro pueblo nativo, los tlaxcaltecas, “El caudillo empezó a darse cuenta de la ventaja que para los españoles suponían las divisiones entre los distintos pueblos nativos” y logró incorporar a sus tropas a miles de guerreros de diversas etnias. La conquista de México por Cortés fue una guerra de liberación de los pueblos mexicanos frente al dominio azteca. En 1521, un reducido grupo de españoles liderados por Hernán Cortés, con el apoyo de una amplia coalición de pueblos indígenas, conquistó a sangre y fuego Tenochtitlán la gran capital de los aztecas. Los primeros evangelizadores que llegaron al Valle de México fueron Los Franciscanos, los Dominicos establecieron sus fundaciones en Oaxaca y Tuxtepeque y los últimos en llegar fueron los Agustinos que se dispersaron en las tierras de Guerrero y Michoacán.

VISTA GENERAL DE LA CIUDAD DE ZACATECAS

La riqueza minera, aguijón para las expediciones descubridoras

Es irrefutable que con la fundación, sobre las ruinas de la Gran Tenochtitlán, de la capital de la Nueva España se inició la explotación minera a gran escala. Los conquistadores iniciaron una serie de expediciones con el propósito de expandir sus dominios y obtener mayores riquezas para la Corona española. De inicio, deslumbrados  por los suntuosos adornos de los caciques y por las continuas ofrendas que Moctezuma enviaba a Cortés, tenían la idea errónea de la existencia de grandes depósitos de oro en México sin ni siquiera suponer que la verdadera riqueza minera radicaba en las opulentas vetas mineras argentíferas.

Al principio siguieron los senderos (caminos reales) sobre las frágiles huellas de los nativos que intercambiaban mercancías entre el norte y el sur y más tarde la de los gambusinos: exploradores de avanzada que marcaban la ruta a los soldados que dirigían su camino en pos de las vetas más ricas. Tan sólo las primeras minas explotadas por el propio Cortés y sus descendientes en la zona de Taxco, así como los placeres de Oro de Sultepec y Tlalpujahua fueron signos de la riqueza que encendió la codicia de propios y extraños y que provocó la llegada de toda clase de aventureros que disputaban a los conquistadores el derecho de enajenar los fabulosos frutos del subsuelo Mexicano y fundaron colonias permanentes, el aguijón  para nuevos descubrimientos. 

Como reza el refrán Castellano
Donde no hay plata no entra la religión

Desde los conventos Agustinos en los actuales estados de Hidalgo y Michoacán partieron las expediciones descubridoras y conquistadoras que durante todo el segundo cuarto del siglo XVI penetraron las ásperas regiones norteñas para descubrir poco a poco las riquísimas vetas argentíferas de Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí. Como resultados de esos descubrimientos se fundaron las ciudades, se desarrollaron las haciendas convertidas en fundos agrícolas que servían de sustento para los numerosos habitantes de los infinitos reales mineros; con recursos de la minería se abrieron los caminos para las exploraciones marítimas y científicas en los siglos que sucedieron a la conquista y se construyeron los grades edificios civiles y religiosos de la nueva España. Los productos de la minería facultaron el nacimiento de ciudades construidas por la nueva nobleza surgida del enorme bienestar económico de quienes encontraron los tesoros del subsuelo, esa clase ennoblecida por el dinero de las minas legaría a la posteridad un infinito patrimonio artístico representado por los bellísimos edificios levantados para afianzar su poderío frente al aparato administrativo que erguía frente a los colonos desde el viejo continente.

En 1539 el primer Virrey Don Antonio de Mendoza impresionado por las historias de Nuño de Guzmán que exploraba lo que es ahora el estado de Sinaloa, envió al soñador Franciscano fray Marcos de Niza a observar el monto de la riquezas de esas tierras, Fray Marcos partió con Estebanico, esclavo de Andrés Dorantes, en calidad de explorador. Estebanico enviaba noticias al Fraile, siempre acompañadas de una cruz y en sus últimos mensajes daban fe de la existencia de siete maravillosas ciudades de las que Cíbola, la más pequeña, tenía grandes casas de varios pisos que tenían la fachada adornadas con turquesas. Fray Marcos aseguraba haber llegado cerca supuestamente de Cibola y a la distancia haber visto el brillo de la ciudad, pero temeroso de morir abandonó la empresa antes de conocer Quivira y las otras cinco ciudades. Cibola, de acuerdo a la impresión de Fray Marcos era más grande y con seguridad mas rica que México, el relato alentó a los conquistadores quienes se disputaban el derecho de partir en busca de este sueño.    

MINA DE LA VALENCIANA

Las primeras minas de plata que explotaron los españoles en la nueva España fueron las de Morcillo (Jalisco) y las de Villa del Espíritu Santo (Compostela, Nayarit) hacia 1525, las de Zacualpan, Sultepec (México) y Zumpango (Guerrero) en 1530, las vetas de plata de Taxco (Guerrero) y las de Talpujahua (Michoacán) y Amatepec (México) hacia 1534. En Taxco antes de las minas de plata se explotaron estaño y cobre, ahí Cortés fabricó bronce para cañones.  El primer socavón que los españoles abrieron en el nuevo mundo fue el denominado “socavón Cortés” en Tehuilotepec, zona de Taxco, de unos 90 metros de largo y por el cual podría entrar un hombre a caballo.

Apenas descubiertos los riquísimos reales de Zacatecas en 1546 y poco después el de  Guanajuato y Pachuca, en 1555, Bartolomé de Medina dio un gran impulso a la minería con su descubrimiento para beneficiar la plata en frio, proceso que no sólo revolucionaria el beneficio de los metales si no que incrementaría, gracias a la sencillez del método, la producción de las ricas vetas argentíferas de la nueva España. El procedimiento de amalgamación de la plata con el azogue o mercurio se habría de extender a lo largo y ancho de las posesiones españolas, dando como resultado la extracción de mayor cantidad de ese metal precioso y que colocaría el decaído imperio Español, de nueva cuenta, a la cabeza de las potencias mundiales del metal blanco para todo el orbe.

Continuará…