La Entrevista

Ing. Fernando Alanís Ortega 

Presidente de la Cámara Minera de México

Después de una contingencia de casi 4 meses cuáles son las condiciones en las que el sector minero reanuda sus operaciones?

Creo que ha sido un resurgimiento muy rápido comparado con otros sectores económicos que todavía están batallando para reanudar sus actividades. En este sentido, el sector minero es un buen ejemplo a seguir por su disciplina e implementación de protocolos que han minimizado los contagios, no sólo entre el personal que labora directamente en una unidad minera, sino que también entre la gente de las comunidades aledañas. Al respecto, quiero destacar que desde antes de la contingencia sanitaria, el sector minero en coordinación directa con la Subsecretaría de Minas comenzó a trabajar en los protocolos de salud; se iniciaron en el mes de febrero y en marzo se implementaron, de tal modo que al suspenderse las operaciones, dichos protocolos que tenían que ver con ingeniería o barreras físicas ya habían sido probados y perfeccionados. Cuando finalmente logramos que la minería fuera declarada como actividad esencial (18 de mayo), estos protocolos fueron autorizados de forma paulatina por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y logramos arrancar operaciones. El 28 de mayo se autorizó el último protocolo de algunas de las mineras afiliadas a la Cámara Minera de México (CAMIMEX), aunque ya habíamos iniciado operaciones en las demás y con la infraestructura necesaria para garantizar el retorno seguro de nuestros trabajadores.

Con lo anterior, puedo afirmar que la minería no es un problema y que debería haber sido considerada desde un principio como una industria esencial. Hace algunas semanas durante un Foro Minero, organizado por la Subsecretaría de Minas, el Dr. Mauricio Hernández, A. Director de Prestaciones Económicas y Sociales del IMSS, señaló que de todas las incapacidades por el Covid-19, sólo el 0.5% es del sector minero. Creo que en esas palabras de la autoridad se resume la eficiencia y disciplina con las que el sector minero está trabajando en el cuidado y seguridad de nuestra gente.

Considera que la pandemia por el Covid-19 es el mayor reto que ha enfrentado la industria minera en México?

Siento que sí y por muchas razones. Afectó no sólo a la parte operativa, alteró toda la cadena de suministros, muchos de ellos continúan todavía afectados. Impactó por supuesto a nuestros clientes, es decir, yo nunca había visto una afectación tan sistémica a toda una cadena de valor, desde la generación de bienes y servicios de insumos, la producción o lo que hacemos con esos insumos, la transformación en otros productos. Y es un hecho que fue una repercusión total y no sólo a la industria minera, sino a los sectores económicos de todas las economías en el mundo.

Se espera algún incentivo por parte del Gobierno Federal para apoyar a la industria minera en este momento?

Sobre el tema, debo decir que ya estábamos trabajando desde antes de la pandemia. Se hicieron gestiones con Francisco Cervantes, Presidente de CONCAMIN, para que el Presidente Andrés Manuel López Obrador autorizara una Mesa de Minería; desafortunadamente, se suspendieron las actividades pero las retomaremos lo más pronto posible a través de la oficina del Ing. Alfonso Romo. La idea con esta Mesa de Minería es reunir a los actores clave que de alguna forma interactúan con el sector minero, como son la Secretaría del Medio Ambiente, la CONAGUA, la Secretaria de Defensa Nacional por los permisos de explosivos, etc. Lo que pretendemos básicamente, es el establecimiento de una política pública para la industria minera.

Cuáles serían los lineamientos principales de una política pública para la industria minera?

En principio, buscamos crear un ambiente de confianza para atraer e impulsar la inversión y no sólo extranjera, también la inversión nacional. Para lograrlo es imprescindible sentar las bases que brinden certidumbre a través de incentivos (que no subsidios) como el de la deducción inmediata de los gastos de exploración; por otro lado, necesitamos una estabilidad tributaria. Países como Perú y Chile la tienen y ha sido muy exitosa. Me explico, dependiendo del monto de la inversión (que en nuestro sector normalmente es fuerte y de largo plazo) se firma un convenio con el gobierno para que en un periodo de 20 o 25 años los impuestos no disminuyan o se incrementen; de este modo, al hacer el cálculo de rentabilidad de la inversión, se quita la incertidumbre de los cambios fiscales, lo anterior por supuesto no tiene ningún costo para el país. Personalmente, siento que hay una sobre regulación en la minería; diferentes Secretarías solicitan una gran cantidad de requisitos y muchos de ellos se traslapan. Creo que podríamos eficientar la parte administrativa de los cumplimientos que tenemos que hacer si logramos optimizar todos los requerimientos que debemos presentar ante la autoridad.  

Otros temas no menos importantes que debe incluir una política pública es el asunto de la seguridad, temas de desarrollo social como la firma de compromiso con las comunidades, ejercer el estado de derecho cuando haya incumplimiento de acuerdos por cualquiera de las partes. Al final, el inversionista tendrá la certidumbre de que hay una visión de largo plazo, un pleno estado de derecho y que el gobierno promueve realmente al sector minero.

Hoy, México ha sido seriamente afectado por el problema del Covid-19 y se necesitará implementar estrategias rápidas para tratar de impulsar la recuperación económica, y creo, sin lugar a dudas, que el sector minero es una pieza clave para lograrlo. A nuestro favor, tenemos cualidades muy favorables, las inversiones que se realizan son por montos muy importantes; la minería es una actividad “tractora” que impulsa a muchos otros sectores, como el de  la construcción, manejamos mucha proveeduría local y nacional. Las fuentes de empleo que generamos son muy bien remuneradas y en sitios donde normalmente no hay opciones laborales; se detonan importantes polos de desarrollo y crecimiento en las diferentes comunidades donde se asientan las operaciones mineras, en fin, nuestro sector tiene un impacto social positivo muy alto.

Qué significa para la industria minera mexicana el reporte del Instituto Fraser que ubica a México sólo por debajo de Venezuela como uno de los peores países para invertir?

Es cierto que hemos descendido de calificación, sin embargo, creo que tenemos que aprender a interpretar dicho reporte. Nos preocupa la mecánica mediante la cual el Instituto Fraser levanta información para hacer sus evaluaciones. Por nuestra parte, nos dimos a la tarea de realizar un sondeo con las principales empresas que operan en México y el resultado fue que muy pocas han recibido la encuesta del Instituto Fraser. Me parece que debemos ser muy cuidadosos, nos preocupa mucho que la encuesta que ellos dan a conocer refleje verdaderamente la opinión de los principales actores del sector minero; queremos asegurarnos que las personas que dan su opinión sean voces autorizadas y que verdaderamente conozcan la situación que se tiene en el sector. Al respecto, hemos ofrecido nuestra ayuda para que a través de CAMIMEX pudiera recabarse de la forma más fidedigna y real posible la información entre la gente representativa de nuestra industria.

Aclaro que no pretendo descalificar el Reporte Fraser, sí creo que hemos bajado en la calificación y lo vemos en los resultados. 2011 fue el año de mayor inversión con ocho mil millones de dólares y el año pasado se alcanzaron inversiones por 4,657 millones de dólares, lo que representa una caída del cincuenta por ciento en 7 años. Y lo anterior, no sólo en la parte de inversión en nuevas operaciones, la parte más preocupante es la inversión en exploración, que como buenos mineros, sabemos que si no se invierte en exploración se está hipotecando el futuro. La inversión en ese rubro durante el 2012 fue de 1,165 millones de dólares y el año pasado terminamos con inversiones de 536 millones de dólares. Lo anterior, son signos de que no hay un ambiente de confianza, que no hay certidumbre para que los inversionistas estén invirtiendo en México.

Actualmente, existe en el sector minero cierta inquietud por tres temas muy específicos: Los llamados impuestos ecológicos, la consulta indígena y la decisión de la autoridad federal de que al parecer no otorgará más concesiones a la industria minera…. Cuál es su opinión al respecto?

Empiezo con el tema de los impuestos ecológicos. Primero que todo, puedo entender que los gobiernos estatales busquen la forma de recaudar más dinero, porque probablemente no están recibiendo recursos suficientes por parte de la federación. Lo que no justifico es que hayan elegido a la industria minera como proveedor de esos recursos. Dichos impuestos son meramente un pretexto recaudatorio y de ambiental no tienen nada porque es un hecho que la remediación de una mina la continúan haciendo las empresas mineras y con un nuevo impuesto estaríamos pagando un doble gasto. Como sector, contamos con una reglamentación bastante amplia en materia ambiental y es muy fácil comprobar si una operación minera cumple o no sus procedimientos. Creo que los gobiernos estatales deben enfocarse verdaderamente en las actividades económicas que pudieran tener algún problema ecológico y no es el caso de la minería, cuya normatividad está perfectamente establecida en el ámbito federal.

Específicamente, tenemos el caso de Zacatecas que es donde se iniciaron este tipo de impuestos y que me tocó vivir directamente como empresa. Nos pareció totalmente ilegal que el gobierno estatal se tratara de adjudicar atribuciones de índole federal ya que el sector se rige por la Ley Minera que es de orden Federal. Al cabo de mucha discusión y controversia, la resolución de la corte, fue que se tenía que respetar la reglamentación federal y por esa razón fue que Industrias Peñoles ganó el amparo.  

Sobre el asunto de las Consultas Indígenas…. Es un tema importantísimo porque estamos realmente muy expuestos y no sólo la minería, cualquier actividad económica que tenga que ver con cuestiones de infraestructura, como carreteras, líneas eléctricas, líneas de ferrocarril etc., no hay certidumbre para nadie. Y en este sentido aunque México firmó el acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo  (OIT) donde se compromete a realizar consultas indígenas, a la fecha no ha habido ninguna implementación sobre cómo, quién o cuándo debe hacerse la consulta. Claramente, ha faltado una legislación al respecto.

En que parte del proceso se realizaría la consulta?

En realidad, ese ha sido nuestro punto de discusión porque hay voces que piden que la consulta se haga para otorgar una concesión y nosotros discrepamos absolutamente. Una concesión es un derecho que otorga el gobierno para explorar, no es un proyecto, sólo la posibilidad de comenzar. Ahora bien, si la exploración tiene resultados positivos, es decir, ya se cuenta con información suficiente para conocer el impacto a una comunidad, que tan grande puede ser el impacto social, es en ese momento cuando ya se dispone de información real para hacer una verdadera consulta. Creemos que cuando se hace el trámite del manifiesto de impacto ambiental puede ser un buen momento para llevar a cabo la consulta en las comunidades porque ya existe un proyecto. El protocolo ya es certero y bajo términos justos para todas las partes.

Debo decir que hay ejemplos exitosos de consultas que se han llevado a cabo en el sector minero, es el caso de San Julián, mina propiedad de la compañía Fresnillo. Se realizó todo un protocolo de consulta para construir una presa de agua, el procedimiento fue bien llevado, con todos los cánones y todas las partes quedaron satisfechas. Sólo quiero insistir en la relevancia del tema, y es que por el bien de la comunidad y de los inversionistas es importantísimo hacer la Consulta Indígena.

En cuanto a las Concesiones es todo un tema. Y es necesario decir que existe un profundo desconocimiento en la materia; en primer término, hay una interpretación errónea de lo que es una concesión minera. Algunas personas creen que una concesión significa otorgar un terreno superficial, cuando en realidad es sólo el derecho de exploración, el Gobierno Federal no está cediendo parte del territorio nacional, únicamente otorga un derecho para iniciar la exploración. El siguiente paso es acudir con el dueño del terreno superficial y hacer una negociación de arrendamiento, de permiso, de pago de derechos o pago de alguna remuneración económica para que el inversionista pueda explorar. Si el proyecto es exitoso la opción en un momento dado es proceder a la compra del terreno al particular o bien al ejido.

Por otro lado, se manejan números muy dispares sobre el tema, algunas cifras mencionan que el 40 % del territorio nacional está concesionado y otras hasta el 80% pero la realidad es muy distinta. En la actualidad, existen en México concesiones por 20.7 millones de hectáreas que equivalen al 10.35% del territorio nacional, el cual tiene una superficie de 200 millones de hectáreas.

Haciendo un comparativo de superficies concesionadas con otros países, tenemos que en Perú y Chile prácticamente todo el territorio está concesionado, Australia tiene una superficie muy importante de su territorio concesionado. En Africa se observa también la misma situación, países enteros están concesionados, lo cual no implica por supuesto que se esté vendiendo el país ni mucho menos.

De las 20.7 millones de hectáreas concesionadas, 14.7 millones están en manos privadas y 6 millones están reservadas por el Servicio Geológico Mexicano. Y de las 20.7 millones de hectáreas, solamente el 4.9% son lotes que se encuentran en explotación, lo que equivale a 1.01 millones de Has o el 0.5% del territorio nacional. Ahora, una concesión es un terreno muy extenso y el espacio donde se encuentran las minas, los tajos o instalaciones de las plantas, es solamente en el 0.35% de la superficie concesionada, esto quiere decir que es el 0.0 036% del territorio nacional donde realmente hay alguna instalación minera. 

Contar con una concesión, no es una garantía que se cuenta con una mina. Es sólo el inicio de un largo proceso de investigación mediante los trabajos de exploración que utilizan una gran cantidad de técnicas: satelitales, resonancia magnética, electroquímica, electro-física y barrenación, que finalmente podrá, con suerte, terminar en el descubrimiento de un depósito después de un largo periodo de estudios que se podrán llevar entre 10 a 15 años.

Adicionalmente, de cada 900 prospectos que se analizan, se puede lograr 1 proyecto que podría resultar en una mina, que en términos generales, durará en operación alrededor de 20 a 30 años hasta el agotamiento de las reservas. Entonces, realmente el impacto que tiene la minería sobre el territorio nacional es mínimo. 

Como puede verse en el tema de las concesiones mineras, es otro de los grandes mitos que se manejan con números muy ligeros por gente que utiliza las cifras más por ideología anti minera que por conocimiento real de lo que es la minería en México. 

Aunque debo decir por mi parte que desde el sector minero creo que no hemos sabido comunicar de forma adecuada lo que hacemos ni cómo lo hacemos. Somos muy buenos ingenieros y muy malos comunicadores, hablamos de datos duros, cifras, toneladas… y no logramos traducir esos datos a un lenguaje mas cotidiano para que nuestras audiencias los interpreten y digieran con facilidad. Y este es uno de los grandes retos que como sector tenemos que enfrentar y en CAMIMEX, en conjunto con otros organismos de la industria, nos hemos dado a la tarea de implementar una serie de acciones de promoción y difusión y poco a poco vamos avanzando.

Cuál es su opinión sobre la negativa de no otorgar mas concesiones en la actual administración federal?

Sobre el tema siento que hay muchos puntos que deben considerarse. Primero, en la Dirección General de Minas hay un rezago histórico en el registro de concesiones y la actual administración encabezada por el Subsecretario Francisco Quiroga, ha hecho un gran esfuerzo por abatir dicho rezago; al respecto, creo que es necesario invertir en sistemas automatizados que vuelvan el trabajo mas ágil y eficiente, de hecho uno de los objetivos cuando se cambiaron algunas reglas del Fondo Minero, era asignarle un presupuesto a la Subsecretaría, específicamente a la Dirección General de Minas, justamente para proveer de infraestructura de calidad y que fuera en beneficio de todos. Entonces, una buena parte del problema que hay de concesiones es la actualización de la información.

En México, es difícil especular sobre una concesión ya que deben pagarse derechos y conforme pasa el tiempo estos van aumentando, a la vez, tienen que cumplirse reglas de inversión y el monto de los estudios también se va incrementando de acuerdo al hectareaje que se tenga. En resumen, me parece que el sistema de concesiones que se maneja en México es el adecuado y lo único que se requiere es poner el registro al día.

Hay alguna diferencia para el sector minero en la interlocución con una Secretaría en la estructura del Gobierno Federal o el papel de la actual Subsecretaría es suficiente?

Personalmente, siento que más que elevar el rango a una Secretaría, lo que verdaderamente importa es la gente con la que se trabaja. Actualmente, tenemos en la figura del Subsecretario Francisco Quiroga, a un excelente representante, ha realizado una labor espléndida. Sin lugar a dudas creo que ha sido el mejor interlocutor que hemos tenido desde hace muchos años. Conoce el sector, su voz es escuchada y tiene un liderazgo que le permite tocar las puertas necesarias. Lo que en realidad se requiere es que esta Subsecretaría cuente con los recursos suficientes y la estructura apropiada para desempeñarse bien, si esto se logra tendremos en la Subdirección de Minería al mejor interlocutor entre el sector minero y el Gobierno Federal.

Es la creación de una policía minera la respuesta a la situación de inseguridad que se vive actualmente en las diferentes regiones del país?

Es una iniciativa interesante que nos podría traer muchos beneficios a todos. Hay un ofrecimiento por parte de un organismo llamado Protección Federal, perteneciente a la Secretaría de Seguridad, que se encarga de apoyar áreas especiales de los sectores económicos. Por su ubicación remota, las unidades mineras son un blanco fácil del crimen organizado y estamos prácticamente desprotegidos. Es un hecho que la inseguridad es un asunto que nos preocupa aunque también es cierto que ha habido voces que se han encargado de sobredimensionar esta problemática.

La idea es contar con una policía profesional especializada en el sector minero, que tengamos una protección adecuada con la finalidad de garantizar la seguridad de nuestro personal, las instalaciones, y el libre tránsito de los insumos y productos. Hemos platicado con el Director de Protección Federal y él está muy interesado en desarrollar capacidades especiales en los elementos que integrarían dicha policía con la finalidad de que entiendan las particularidades de nuestro sector.

Esta iniciativa -de concretarse- la veo como algo positivo, es una opción interesante que debemos de explorar y a la vez, tenemos que buscar la oportunidad de hacer un trabajo conjunto con la autoridad federal y creo que podría haber buenos resultados.

El descubrimiento de grandes yacimientos de litio en nuestro país es de verdad el gran acontecimiento en el sector minero?

Definitivamente, este es otro de los grandes mitos que se han manejado y por ahora es un tema de moda porque ha sido retomado en diferentes medios. Sin duda, el litio es un metal muy importante por su gran aplicación en la manufactura de baterías, de computadoras, de equipo electrónico, medicamentos, en vehículos automotrices (Tesla es uno de los grandes consumidores de litio por ejemplo). Sin embargo, el litio es sólo un nombre genérico, lo que de verdad importa, es saber de que tipo de litio estamos hablando. 

Hay tres grandes formas en las que se presenta el litio en la naturaleza; la primera es como un mineral, que puede explotarse en la forma minera tradicional, vamos a llamarlo así como lo conocemos en la minería subterránea. Otro tipo de litio es el que se encuentra en los grandes salares, y que en su mayor parte, es el que se explota en Sudamérica. Y finalmente el tercero, que se encuentra en las arcillas.

Actualmente, sólo hay tecnología para tratar el litio de los grandes salares (que es un carbonato de litio) y el litio más puro, que es el más escaso y que se da a nivel de mineral. En cuanto al litio que se encuentra en las arcillas no existe todavía una tecnología para explotarlo comercialmente. En México hay un yacimiento muy mencionado en Sonora y otro en Zacatecas, pero desafortunadamente, no son ni de tipo salar o mineral. Yo creo que se ha sobredimensionado la información, es decir, se ha exagerado el potencial que pueda tener México en cuanto a este mineral. Afirmo lo anterior con base en los procesos comerciales que conozco para el litio. He escuchado sobre la existencia de algunos proyectos en los que dicen tener plantas piloto para hacer la recuperación económica de este mineral pero hasta ahora, ninguno lo ha demostrado, y me refiero sobre todo al que está en Sonora, no ha demostrado realmente que su prototipo a nivel piloto sea comercialmente económico.

Sólo quiero decir que en este como en muchos otros temas relacionados con el sector minero existe mucha desinformación, las personas hablan sin conocimiento alguno y así empiezan los mitos; esta historia del litio llegó incluso a nivel federal, un funcionario ya hablaba de nacionalizar el litio y el asunto es que todavía no hay litio.

Cuál es su pronóstico sobre el precio de los metales en el corto y mediano plazo?

En cuanto a los metales base como son el plomo, zinc, cobre, aluminio, manganeso (básicamente los principales), hay que decir que dependen de la actividad económica y son los que se han visto seriamente afectados durante la pandemia por el Covid-19. Y China es la explicación de muchos de los problemas o épocas doradas que han tenido los metales base. Me explico, China consume un altísimo porcentaje de la producción de estos metales a nivel mundial; consume el 60% de la producción mundial de zinc; el 50% de la producción mundial de plomo; cerca del 80% del mineral de hierro. Entonces, lo que sucede en China, es directamente proporcional a lo que va a pasar en el comportamiento de los metales base. A raíz del Covid-19 China se frenó y ya en febrero de este año los precios se fueron al piso. De modo reciente, comienza a observarse nuevamente en ese país una cierta reactivación económica y los precios de los metales base empiezan a subir porque aumentó la demanda. Predecir el precio de los metales base que todavía tienen más fundamento en cuanto a oferta y demanda va depender de la actividad económica que tenga China.

Ahora bien, qué sucede con los metales preciosos? El Oro, es un metal de atesoramiento y especulación, sobre todo en épocas de crisis como la que vivimos hoy día. El oro ha alcanzado precios de 1,600 – 1,700 dólares la onza, cifras que no veíamos en los últimos 10 años. La plata por su lado ha alcanzado también repuntes históricos en 30 años situándose en 26 -27 dólares la onza. Pero insisto, no hay ningún fundamento real, mientras continúe la incertidumbre y haya nerviosismo, el oro y la plata serán el refugio natural de los inversionistas, sobre todo el oro porque la plata tiene un doble comportamiento, el 50% tiene usos industriales, en paneles solares, en aleaciones especiales para baterías, se usa como catalizador, etc. Al final, la plata es un metal precioso pero con un importantísimo uso industrial.

El alza de los metales preciosos que se observa hoy en día creo que es algo temporal y no va durar mucho tiempo, sólo hasta que empiece una recuperación económica, la cual ya empieza a vislumbrarse; la especulación va a ir disminuyendo y estos metales alcanzarán su precio real. Por lo que toca a los metales base, sí creo que tocaron fondo, un claro ejemplo es el zinc que llegó a 80 centavos en febrero, y ahora su cotización es de un dólar y cuatro centavos la libra.

Qué resultados arroja el Fideicomiso de apoyo para la formación de ingenieros en Ciencias de la Tierra a diez años de creación por CAMIMEX?

El Fideicomiso se creó hace 10 años cuando había una gran escasez de estudiantes de Ciencias de la Tierra. Fue una época de auge para la minería, había muchas inversiones en el país y uno de los graves problemas que se tenía era la falta de ingenieros. El Fideicomiso se formó con el objeto de becar no sólo a estudiantes si no también a los maestros con la idea de incentivarlos en la formación de estos nuevos profesionistas; hoy, desgraciadamente, la situación ha cambiado, no tenemos escasez de talento, quizás al contrario. Sin embargo, no debemos bajar la guardia y al Fideicomiso podría dársele un nuevo enfoque, y es algo que tendremos que discutir internamente en Cámara Minera, se podrían sentar las bases tal vez para mejorar el nivel académico de los muchachos, fortalecer su desarrollo y crecimiento con especializaciones, maestrías, diplomados. Creo que podríamos darle un giro de ese tipo y mejorar la calidad académica con estudios de posgrado.

Son sólo algunas ideas y puntos para analizar y faltaría todavía presentar algún proyecto dentro de la Cámara Minera y someterlo a autorización. 

Con una vasta trayectoria profesional cómo ha sido su experiencia de vida en el sector minero?

Debo decir que tengo una vida profesional de 40 años de trabajo, 18 de ellos ejercí mi carrera de ingeniero químico en la empresa Dupont. Posteriormente, fui invitado a participar en Peñoles y han sido 22 años de trabajar en una actividad que para mi fue una revelación, que me entusiasma y de la que vivo enamorado cada día. Indudablemente, le debo a la minería mucho de mi desarrollo profesional; esta industria es de verdad apasionante. Cuando se desarrolla un proyecto minero, muchas veces se parte de cero y todo lo que se tiene que generar para echarlo a andar es francamente un reto increíble. Es un sector sumamente completo porque te involucras con la problemática operativa, el tema ambiental, la parte legal, relaciones con el gobierno, con las comunidades, en fin. La minería es un sector en el que te puedes especializar en prácticamente cualquier área.

Es conocido su apoyo al trabajo de la mujer en la industria minera, se ha avanzado en la inclusión de ellas al sector?

Siempre he creído en la capacidad de la mujer para desarrollarse y crecer en cualquier ámbito laboral y seguiré impulsando su inclusión en la industria minera. Uno de los logros más satisfactorios que he tenido en Peñoles es haber contribuido para lograr una mayor participación de la mujer… Cuando recibí la Dirección de Peñoles, hace 12 años, laboraban 73 mujeres, de las cuales 69 era secretarias; hoy, trabajan 753 y sólo 64 son secretarias. Todas ellas son excelentes profesionistas, hay dos subdirectoras, varias gerentes corporativas, gerentes de área, hay superintendentes de geología en las minas, superintendentes en mantenimiento; en el área de finanzas el 51% son mujeres, en recursos humanos el 80% son mujeres y en auditoría más del 52% son mujeres. Realmente nosotros hemos avanzado mucho en ese sentido.

La idea es que haya el mismo porcentaje de mujeres y hombres laborando?

No, yo no estoy necesariamente de acuerdo en que debemos forzar los porcentajes a que sean 50 y 50, lo más importante es que haya un piso parejo, deben sentarse las bases para que no exista preferencia en el desarrollo de un género y creo que las cosas se van a ir acomodando de manera natural. Hoy en día, tengo 42 abogados en el área jurídica en Peñoles y el 62% son mujeres, porque han demostrado ser más capaces, si hubiera forzado un 50% habría sido un error, ¿Por qué? Porque tengo excelentes abogadas, lo que buscamos son las características y la competencia de la persona.

Personalmente, no creo en las cuotas de género, me parece muy discriminatorio para la mujer. Ellas han demostrado su capacidad en el ámbito laboral. Yo creo que en lo que tenemos que estar convencidos, es que donde hay un hombre y una mujer, los resultados son mejores, la visión es mucho más completa. Debemos entender que somos un complemento y no una competencia, lo que debe prevalecer son las cosas justas para todos, no es aceptable que un hombre gane más que una mujer. Se ha trabajado mucho en establecer sistemas justos donde se reconozca el talento y no el género.

Sus mayores retos para el futuro

Principalmente, quiero seguir trabajando para el sector minero con la misma intensidad que lo he hecho desde que asumí la presidencia de la Cámara Minera. Hemos avanzado mucho en tres años de trabajo para consolidar esta industria; al mismo tiempo, siento que se ha logrado una gran unidad entre los diferentes actores involucrados en el sector, como son la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, A.C.; el sector académico, los clústeres mineros, o la WIM. Siempre he creído que la unidad como sector es una fortaleza ante los retos por enfrentar.

Otro desafío importante ha sido mejorar la imagen de la industria minera, debemos trabajar en aumentar nuestra comunicación hacia afuera, para lograrlo estamos planeando foros especializados sobre temas ambientales, temas sociales, desarrollo comunitario, etc. Y finalmente, mis esfuerzos están enfocados en tratar de dejar una política que impulse el desarrollo de la minería.

Definitivamente, hemos avanzado un camino muy largo y me siento satisfecho de ver un sector fuerte y unido, contamos con un vocero ante el Gobierno Federal con el que hay entendimiento, siento que existen las condiciones para que nuestro sector crezca y sea realmente un punto importante en el desarrollo económico y social de este país; ojalá nuestras acciones superen todas la ideologías que hay por ahí, siempre he dicho que el que no tiene hechos, tiene opiniones, hay muchas opiniones y muy pocos hechos allá afuera. Si somos capaces de comunicarnos de forma adecuada pues tenemos historias muy buenas que contar y una de ellas es que se puede ver a la minería como el pivote del desarrollo económico y social de nuestro país.