La Entrevista – Lic. Nallely Flores Rodríguez

Abogada de profesión y con 10 años de experiencia en Grupo Peñoles, tiene a su cargo la gerencia jurídica ambiental, aguas, explosivos y de lo contencioso

Entre sus actividades principales, destacan la asesoría, verificación de cumplimiento normativo en materia ambiental, agua, explosivos, radiología, salubridad; temas de comunicaciones y transportes, migratorio y aeronáutica civil. Asimismo, brinda asesoría jurídica en materia civil, mercantil y penal. Actualmente, entre unidades operativas y oficinas apoya  a  más de 40 empresas del Grupo Peñoles y de Fresnillo plc.

¿Cómo fue tu incursión en la industria minera?

Mi vida completa ha transcurrido en este sector Provengo de una familia tradicionalmente minera, es decir, viví y crecí en un ambiente 100% minero. Soy una fiel convencida de todas las bondades de la minería como fuente de desarrollo y crecimiento. Aún ahora, es una maravilla ver como en comunidades muy alejadas de las cabeceras municipales, donde se carece de los servicios básicos más elementales, la instalación de una mina detona a su alrededor una serie de beneficios como lo es la infraestructura eléctrica, servicios de salud, educativos, sistemas de drenaje y alcantarillado, en fin; lo que quiero decir es que la minería conlleva no sólo crecimiento económico, sino también desarrollo social y cultural. Mi permanencia en las minas del Grupo Peñoles, primero con mi familia y ahora ya plenamente integrada en el plano laboral, me ha permitido atestiguar de primera mano los beneficios de esta industria.

Por supuesto que a la par de todos los beneficios, existe la preocupación por el impacto ambiental de las operaciones, sin embargo, en este sentido, la industria minera está plenamente consciente de ello y hoy en día se han implementado una serie de acciones encaminadas a buscar un desarrollo sustentable. En Grupo Peñoles estamos comprometidos a realizar todas las operaciones con los mayores estándares ambientales y sociales. La minería es el principio de todo, no se concibe una sociedad moderna  sin la contribución que esta actividad ha realizado en la historia de la humanidad. 

A qué atribuyes el incremento de mujeres que laboran en el sector minero hoy en día? (Según cifras de Camimex el 14.9 % del total es femenino)

Realmente es un sector maravilloso; así que creo que las mujeres siempre quisimos participar en la minería pero el sector estaba un poco cerrado. Anteriormente, prevalecía la idea de que la mina era celosa y que no era un lugar adecuado para mujeres.

Considero que hay tres factores decisivos para el cambio de paradigmas: En primer término, la irrupción de la tecnología. Hoy en día la fuerza física ya no es determinante para trabajar en una mina gracias a los equipos y tecnología de vanguardia que se utilizan en el sector. En segundo lugar, la eliminación de los estereotipos de género en el plano académico, pues cada vez son más las mujeres que eligen estudiar carreras técnicas como las ingenierías. Estudiar libremente una carrera nos ha abierto la puerta a incursionar no sólo en el sector minero, sino en cualquier ámbito profesional. Finalmente, el hecho de que cada vez son más las empresas dentro del sector que transitan hacia una cultura organizacional incluyente y que promueven una mayor participación femenina

Las brechas que se han abierto en el ámbito laboral, las han otorgado las empresas o las mujeres las han ganado?

Creo que ha sido una labor de la sociedad en general, todos y todas hemos trabajado arduamente en la construcción de una sociedad más justa. Es un hecho que todavía existe una brecha importante en el acceso de las mujeres a los puestos de nivel directivo; sin embargo, hemos luchado como sociedad en valorar el trabajo de la mujer y en los beneficios de la diversidad en los equipos de trabajo. Las brechas se han abierto y en la actualidad hombres y mujeres pueden competir por una plaza en igualdad de condiciones, demostrando que las competencias y capacidades no tienen género.

Qué se tendría que hacer para acceder no sólo a los cargos operativos o medios sino a los niveles de dirección?

Las mujeres estamos insuficientemente representadas en los puestos de toma de decisiones en el trabajo. El problema del acceso a los puestos de liderazgo es un problema al que nos enfrentamos las mujeres en cualquier sector, no sólo en la industria minera. Nos enfrentamos a un fenómeno llamado techo de cristal, que consiste en los obstáculos que impiden que una mujer alcance puestos de alto nivel en las organizaciones, como lo es el esquema de trabajo basado en el “presencialismo” que demanda jornadas de 10 ó 12 horas y muchas mujeres no pueden cumplir porque deben realizar labores no remuneradas (compuestas por trabajo doméstico y de cuidado a niños, ancianos y otras personas a cargo).

Entonces, las mujeres optan por incorporarse a determinadas ocupaciones o cambiar de ocupación cuando tienen o prevén tener hijos, ya que consideran que como madres necesitarán disponer de modalidades de trabajo flexible que son más frecuentes en algunos sectores.  De modo que, en los sectores en los que predominan los hombres y donde las modalidades de trabajo flexible son menos factibles por esperarse que el personal trabaje jornadas largas, las madres tienden a retirarse por completo de la actividad laboral, reforzando así la segregación ocupacional y cortando muchas veces su desarrollo profesional.

Para cambiar lo anterior, sería necesario un cambio cultural muy profundo.

Por otro lado, específicamente en la industria minera, debemos tener en consideración que una mujer tendría que haber estudiado una disciplina de Ciencias de la Tierra por lo menos hace 25 años para contar hoy en día con los 15 o 20 años de experiencia que se requieren para acceder a los puestos directivos -y son muy pocas quienes pueden cubrir este requisito-. Por lo que hay que considerar que el acceso a puestos de dirección en la industria minera será un proceso paulatino y natural, que indudablemente sucederá porque en la actualidad hay muchas ingenieras egresadas que irán demostrando capacidad para acceder a los puestos de liderazgo.

Cuáles han sido los mayores obstáculos a los que te has enfrentado en el ejercicio de tu profesión? 

Como mujer joven en un puesto de liderazgo dentro de la organización, mi mayor reto ha sido demostrar mi capacidad. Para probar que soy competente en el puesto que tengo he trabajado tres veces más, pero hoy se que gracias a ello, también soy tres veces más competente en mi área, y al final, la más beneficiada soy yo misma.

Y es que gran parte de mi trabajo consiste en coordinarme con áreas operativas integradas por personas con – al menos- 30 años de experiencia, por lo que acordar estrategias y hacer que consideren una opinión suele ser complicado si no demuestras competencia técnica.

Tu mayor frustración en el ámbito laboral

Más que frustración, la situación que más me desagrada vivir en el ámbito laboral es el  cuestionamiento recurrente sobre mi competencia para ocupar un cargo o los motivos por los cuales ostento mi cargo.

El detrimento que hacen de tu imagen es muy desalentador y se debe aprender a tener la piel muy gruesa para deslindarte de todo tipo de habladurías, especialmente porque mi familia tiene acceso a esa información por trabajar en la misma empresa.

Cuál es tu motivación al formar parte de WIM y presidir ahora el Distrito México de esta agrupación?

Entre los diversos objetivos que tiene WIM, uno de ellos es visualizar a la mujer dentro de la minería; personalmente, me encanta palpar el hecho de que la mujer cabe en cualquier sector. Las mujeres participamos en la industria minera en áreas muy diversas, estamos en los corporativos, en las áreas de finanzas, auditoría, jurídico; en las plantas, en los laboratorios, adentro de las minas operando maquinaria pesada.

Me siento doblemente orgullosa de formar y trabajar en esta organización. Porque impulsar estas medidas desde el sector minero representa una doble virtud. Por un lado, trabajamos por impulsar la equidad de género y por otra, rompemos estereotipos sobre segregación sectorial y ocupacional.

Ser mineras rompe estereotipos que nos encasillan a las mujeres a ciertas ocupaciones, preferencias y capacidades.

Ser mineras elimina la construcción social de que ciertos sectores son masculinos, ciertas ocupaciones son masculinas, ciertas competencias laborales o técnicas son masculinas.

Cuáles serán las líneas de trabajo durante tu gestión?

Vamos a trabajar en generar un diagnóstico de la mujer en la minería y generar indicadores de género, para lograrlo queremos realizar algún convenio con la Cámara Minera de México con la finalidad de recopilar datos del sector desagregados por sexo, porque si bien sabemos que hay un 15% de mujeres trabajando en el sector minero, no sabemos dónde están, tampoco conocemos datos importantes sobre paridad salarial.

Adicionalmente, buscaremos apoyar el liderazgo femenino. Queremos ver a mujeres que nos representen en puestos de toma de decisión y para ello, apoyarnos en la formación y desarrollo de competencias, y por supuesto, buscaremos trabajar en idear y proponer medidas que ayuden a las trabajadoras con familias a cargo, a obtener, conservar y progresar en el empleo sin discriminación dentro del sector minero.

Por otro lado, también hemos tenido contacto con las instituciones educativas para lograr que las estudiantes vean en la minería una opción real de trabajo y desarrollo personal y profesional.

Algunas voces, sobre todo femeninas, cuestionan que un organismo como WIM alienta o promueve de alguna forma la cuota de género sobre la aptitud profesional, qué opinas al respecto?

En principio, afirmo de forma muy clara que WIM no promueve las cuotas de género (aunque yo en lo particular no estoy a disgusto con las mismas), lo que se fomenta y promueve es el acceso a oportunidades para mujeres y la eliminación de estereotipos de género dentro del sector. Queremos mostrar o enseñar a las mujeres que ellas pueden ocupar cualquier espacio laboral, incluyendo el sector minero. Que las mujeres estamos en igualdad de capacidad y competencia para acceder a cualquier cargo.

Sobre la necesidad o no de tener una agrupación feminista dentro del sector yo sí creo que resulta pertinente esta asociación y los números lo demuestran. Es decir, las mujeres somos sólo el 15% del personal que labora en la industria minera. Todavía no es suficiente el número de chicas que estudia estas disciplinas y de las que trabajan actualmente en el sector, no se dispone aún de información estadística veraz de modo que cabe la pregunta ¿dónde estamos las mujeres dentro de la industria. Es una realidad que de ese 15% algunas mujeres están en la operación de mina pero ¿cuántas de ellas son parte del equipo de liderazgo en la operación?

¿Y que decir de los corporativos? ¿Cuántas son consejeras, directoras, subdirectoras, gerentes?

Indudablemente, en los últimos 10 años se han dado grandes avances en el tema de la inclusión de la mujer en todos los espacios de la industria minera; sin embargo, aún hay camino por recorrer. En WIM buscamos  sembrar la idea de que en un sector dirigido todavía por hombres, las mujeres vamos a encontrar nuestro propio espacio y no con base en cuotas de género, sino por nuestra competencia y aptitud. Por supuesto que algunas mujeres que nos precedieron y ocupan niveles importantes en sus respectivas áreas lo tuvieron que hacer solas porque no había ningún respaldo, lograron sobresalir en un mundo de hombres y está increíble lo que han alcanzado, pero yo creo que el proceso no tendría que ser tan difícil para todas.

Aquí estriba la importancia de la labor que puede llevar a cabo un organismo como WIM, que busca influir para eliminar la opinión que tienen ciertos empleadores de que las competencias laborales exigidas en los puestos de trabajo tienen género y a la vez influir en las aspiraciones individuales de las trabajadoras, inspirándonos en  exitosas mujeres del sector como  la Secretaria de Economía, la Directora  de Minas, la Directora del Servicio Geológico Mexicano y nuestra propia presidenta nacional de Mujeres WIM México.

Demostrando que la minería es un sector incluyente, consciente de la necesidad del empoderamiento económico de la mujer, responsable en la consecución de la igualdad de género en consonancia con la agenda 2030 de la ONU para el desarrollo sostenible.

¿Te consideras feminista?

Claro, por supuesto. Y lo asumo con orgullo porque estoy agradecida por la lucha que hicieron en el pasado otras mujeres para que hoy yo tenga los derechos que considero naturales.  Agradezco a todas las mujeres que hicieron posible el voto, ya que ahora puedo participar en la vida política de mi país, a las que lucharon porque pudiéramos estudiar lo que deseáramos.  Yo me he casado y también me he divorciado, soy independiente económicamente, me he cambiado de residencia considerando únicamente mis necesidades y por todo ello agradezco a todas las mujeres, cuyo activismo me ha permitido vivir como como hoy vivo, porque sé que hace no tanto tiempo hubiera sido muy complicado tener la libertad de la que ahora disfruto a plenitud.

Finalmente, soy muy consciente de la desigualdad que todavía existe entre ambos géneros y en honor a todas esas mujeres que me precedieron, asumo como un compromiso la responsabilidad de poner mi granito de arena para lograr una verdadera equidad entre hombres y mujeres. Hace algún tiempo vi una campaña de la ONU sobre mujeres y el lema era: “El lugar de la mujer es… en todas partes”, y me gusta pensar que estamos trabajando para lograrlo.