MENSAJE DEL PRESIDENTE

Ing. Sergio R. Almazán Esqueda

El lema de la XXXIV Convención Internacional de Minería, que se llevará a cabo del 19 al 22 de octubre del año en curso, en el hermoso puerto de Acapulco, es: “Minería, pilar en la reactivación económica de México”. Hoy, más que nunca, estamos demostrando por qué la industria minerometalúrgica es esencial para el crecimiento y progreso de nuestro país.

En 2020, cuando prácticamente todo el país se paralizó por la contingencia sanitaria derivada de la COVID-19, la industria minera fue declarada como no esencial y detuvo operaciones durante dos meses. La economía global, de acuerdo con el Banco Mundial, se contrajo 4.3% en 2020 y México fue uno de los países más afectados al descender 9%.

Uno de los indicadores a nivel nacional que más resintió la crisis fue el de la creación de empleos. La minería hizo un gran esfuerzo por conservar y proteger su plantilla laboral directa. De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, al cierre del año pasado, se registraron 367 mil 935 empleos directos, 2.9% menos que en 2019.

Al demostrar su esencialidad, la industria minero-metalúrgica no sólo recuperó las plazas perdidas, sino que creó nuevas. A la fecha, se tienen registrados más de 408 mil empleos directos que benefician a profesionales y técnicos vinculados con las Ciencias de la Tierra y de otras disciplinas, porque una planta metalúrgica o una mina no sólo emplean a ingenieros mineros, geólogos y metalurgistas, también ofrecen oportunidades laborales a ingenieros ambientalistas, abogados, personal de seguridad, diseñadores, comunicadores, intendentes, cocineros, administradores, contadores y muchas otras personas indispensables para mantener en marcha este sector primario. 

La actividad minero-metalúrgica representa en México el sustento de miles de familias, ya que genera 2.4 millones de empleos directos e indirectos en 26 de los 32 estados de la República Mexicana y la AIMMMG cuenta con 20 representaciones distritales ubicadas en las principales entidades con vocación minera, lo que nos ha permitido superar la cifra de 3 mil asociados.

Al sector público le gusta mucho mostrar los sectores que más divisas generan para el país. Pues bien, en el caso de la industria minero-metalúrgica también existen elementos para festejar ya que, en 2020, pese a los desafíos y adversidades, mejoró su posición al registrar 18 mil 405 millones de dólares, desplazando a los sectores petrolero y turístico que también sufrieron los embates de la crisis.

Es verdad que la industria enfrenta desafíos como la suspensión de concesiones; la alta carga tarifaria, la falta de certidumbre que desincentiva la inversión, especialmente en exploración que el año pasado registró la peor caída de los últimos seis años, al ubicarse en apenas 257.4 millones de dólares. 

No obstante, la minería de México es una industria de larga maduración que sabe sobreponerse a las adversidades. Que cuenta con profesionistas capacitados y comprometidos en practicar todos los días una minería más amigable con el ambiente, por alcanzar la meta de cero accidentes e incidentes laborales; por convivir y respetar a las comunidades vecinas y por extraer lo mejor de la Tierra para transformarlo en lo mejor para el ser humano.

Así que, una vez más, celebremos nuestra magna Convención Internacional de Minería con el mejor de los ánimos y con la confianza de que vendrán tiempos mejores para México y para nuestra industria.

Nos vemos en Acapulco porque: Unidos somos más fuertes.