Sustentabilidad y creación de valor compartido al cierre de minas.

Por: Fernando Huerta Ancheta* Gladys Edilia Reyes Maldonado**

Resumen

Es importante la extracción de recursos minerales como soporte al crecimiento y desarrollo poblacional e industrial mundial.  El estado de Sonora es reconocido por la generación de empleos, participación económica y desarrollo social en comunidades huésped de proyectos mineros. Sin embargo, a la par de la disminución de recursos naturales, las poblaciones se tornan dependientes del flujo de capital generado e impactadas en lo social, económico y ecológico. Es deseable que al cierre de minas y abandono del espacio físico se procure el retorno del sitio a las condiciones originales, pero esto no es suficiente. Un cierre de mina sustentable inicia con el compromiso de la empresa minera con la sociedad vinculada y el impulso de una gestión económica y social que procure la continuidad del desarrollo comunitario. Partiendo de conceptos de Valor Compartido y Sustentabilidad, se realizó un ejercicio académico con objetivo de vincular Empresa minera con comunidades vecinas a fin de proponer alternativas de actividades productivas al cierre de la mina aprovechando el espacio físico. El resultado es el diseño de un Parque Recreativo en las instalaciones mineras donde se incuben proyectos productivos que favorezcan la continuidad económica de la región. 

Palabras Clave.Cierre de minas. Sustentabilidad. Valor compartido. Proyectos productivos.

Abstract

The extraction of mineral resources is important to support world population and industrial growth and development. The state of Sonora is recognized for the generation of jobs, economic participation and social development in communities that host mining projects. However, along with the decrease in natural resources, populations become dependent on the flow of capital generated and impacted socially, economically and ecologically. It is desirable that at the closure of mines and abandonment of the physical space, a return to the original conditions be attempted, but this is not sufficient. A sustainable mine closure begins with the commitment of the mining company to the related company and the promotion of economic and social management that ensures the continuity of community development. Based on the concepts of Shared Value and Sustainability, an academic exercise was carried out with the aim of linking the mining company with neighboring communities in order to propose alternatives for productive activities at the mine closure, taking advantage of the physical space. The result is the design of a Recreational Park in the mining facilities where productive projects are incubated that favor the economic continuity of the region.

Keywords. Mine closure. Sustainability. Shared value. Productive projects. 

Introduccion

A partir de las reformas a la Ley de Inversión extranjera en México (año 1993), durante la última década se incrementó en el Estado de Sonora la apertura de Proyectos mineros, lo que ha detonado ingreso económico en comunidades vinculadas a las minas. Por su naturaleza finita los proyectos mineros tienen ciclo de vida limitado, lo que ocasiona que al cierre de la mina las comunidades dependientes quedan vulnerables. ¿qué pasará con la comunidad al cierre de la mina? El articulo presenta los resultados del estudio de campo en este aspecto. Se sintetizan los conceptos clave aplicados, se plantea lo que se considera un problema en curso, y se elabora propuesta de solución desde el enfoque académico con base en la metodología desarrollada. 

Sustentabilidad. Es indudable la importancia de la actividad extractiva de recursos minerales como soporte al crecimiento y desarrollo de las economías locales y globales que demanda el sistema actual de producción y consumo para mayor generación de satisfactores humanos. En el siglo XX, mientras la población creció poco más de cuatro veces, el consumo promedio de energía a nivel global lo hizo 12 veces, el de metales 19 veces y el de materiales de construcción hasta 34 veces. Ello derivó, a principios del siglo XXI, en una extracción total de recursos naturales de entre 48.5 y 60 mil millones de toneladas anuales (más de una tercera parte biomasa, 21% combustibles fósiles y 10% minerales). De continuar la tendencia actual, habrá un aumento en la actividad extractiva de hasta tres órdenes de magnitud para el 2050 ( Delgado, Imaz y Beristain. 2015). Esta línea ascendente coloca al límite del planeta en su posibilidad de procuración de satisfactores. Por ello, el origen del concepto de Desarrollo Sustentable está asociado a la preocupación creciente en la comunidad internacional al considerar el vínculo entre el desarrollo económico y social y sus efectos más o menos inmediatos sobre el medio natural. Por tal motivo en el marco de las Naciones Unidas se integró en el año 1983 la Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente. En abril del año 1987 la Comisión publicó un informe, titulado “Nuestro futuro común” conocido también como “Informe Brundtland” (Brundtland, G.H., 1987) en el cual se introduce el concepto de Desarrollo Sostenible, definiéndolo en estos términos: “Está en manos de la humanidad asegurar que el desarrollo sea sostenible, es decir, asegurar que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias”.  

  1.  El informe sostiene en resumen lo siguiente (Gómez,2017): 
  2. Los modelos de crecimiento económico imperantes a nivel mundial, conducen inevitablemente al agotamiento paulatino de los recursos naturales del planeta, a la degradación ambiental y al aumento de la pobreza, reforzando la idea de falta de solidaridad intergeneracional.
  3. Sin embargo, con una intención positiva y conciliadora, el informe consideró que con una distribución más equitativa y racional de los bienes se podría crecer y reducir la pobreza, pero para ello era imprescindible lograr una acción consecuente de los líderes políticos y una participación efectiva de los ciudadanos en integrar los objetivos del desarrollo económico y social con la conservación ambiental, lo cual agrupó en la categoría de desarrollo sostenible.
  4. Desde el punto de vista social, el informe consideró importante analizar el crecimiento demográfico en su vínculo con la disponibilidad de recursos naturales y con los requerimientos de alimentación, recursos energéticos, agua, infraestructura técnica, vivienda y espacio físico. Para enfrentar los retos del presente, y en especial los del futuro, era necesario disponer de una población instruida y sana, aspectos deficitarios a nivel mundial. 
  5. En el caso del componente natural o ecológico, el informe alertó sobre la pérdida de biodiversidad y el riesgo de extinción de numerosas especies, así como la intensa degradación o fragmentación de muchos ecosistemas, lo cual compromete los servicios que estos brindan a los seres humanos. 
  6. Los recursos naturales marcaban algunas limitaciones al crecimiento económico, particularmente el agotamiento de los recursos no renovables y la capacidad de la biosfera de absorber los efectos de la actividad humana, pero los avances tecnológicos podían permitir su utilización más eficiente, a partir de emplearlos en menor medida, reducir la emisión de desechos y aumentar los niveles de reúso.

El “Informe Brundtland” ha conducido a varias vertientes de interpretación del concepto sustentabilidad. Una de las cuales, ha fundamentado la llamada “Economía verde” que, reconociendo las fronteras límites de agotamiento del planeta, sostiene que la eficiencia, sobre todo tecnológica, en el uso de los recursos será en el futuro próximo de tal dimensión que se podrán estimular un mayor consumo y una disminución de las afectaciones ambientales. Delgado, Imaz y Beristain (2015)  argumentan que la economía verde constituye  una propuesta al sistema de producción actual en tanto que parte de la idea de fomentar el crecimiento económico esencialmente a partir de hacer “inversiones verdes” y negocios con tecnologías “verdes”, sea en materia energética, producción de alimentos, gestión del agua y de residuos, entre otros, pero en el fondo se trata que el mercado sigue siendo el mecanismo central en la distribución de la riqueza y los eventuales beneficios sociales y ecológicos.

Otra vertiente sostiene “que la sostenibilidad trasciende al propio concepto de medio ambiente, ya que incluye no solamente la búsqueda de la calidad ambiental, sino también la equidad y la justicia social “( Aznar. 2010).  En este sentido, la cita señala cuatro acciones clave:

Necesidad. Que hace referencia a un desarrollo económico que tienda a satisfacer las necesidades esenciales a todos los miembros de una generación y asegurar las necesidades básicas de la generación siguiente. 

Limitación. Que hace referencia a un desarrollo compatible con el mantenimiento de los recursos naturales, los procesos ecológicos y la diversidad no sólo biológica sino también cultural.

Valor. Que hace referencia a la adopción de actitudes y comportamientos éticos de acuerdo a valores que promuevan un desarrollo respetuoso con la identidad, formas de vida, costumbres, creencias de los diferentes pueblos y grupos sociales. 

Gestión. Que hace referencia a la adopción de iniciativas políticas, personales, colectivas, educativas para realizar la transición hacia formas más sostenibles del desarrollo.

Este enfoque de Sustentabilidad procura hacer compatibles el aprovechamiento de recursos, el crecimiento económico y el desarrollo social mediante la introducción de normas legales que reduzcan los impactos ambientales.  En este enfoque la educación es una potente herramienta para facilitar la transición hacia formas de desarrollo sobre una Ética de la Sustentabilidad, que implica generar ecosistemas donde interactúen sectores sociales, de gobierno, empresariales y por supuesto educativos. 

Creación de Valor Compartido.  Cada vez más, las empresas son percibidas como una causa importante de los problemas sociales, ambientales y económicos, existe una idea muy amplia de que las compañías nacionales y extranjeras prosperan a costa de la comunidad en general.  La legitimidad   y pérdida de confianza en las compañías lleva a que las entidades de gobierno tomen medidas de control cada vez más severas que socavan la competitividad y el crecimiento económico, lo que impacta finalmente en todos los sectores. El sistema capitalista como tal, es un mecanismo para satisfacer las necesidades humanas, mejorar la eficiencia, crear trabajo y generar riqueza, pero se requiere un nuevo modelo en el cual las empresas asuman liderazgos que permitan unir los negocios con la sociedad.  

En la visión actual del capitalismo, las empresas contribuyen con la sociedad generando utilidades, lo que permite generar empleos, pagar sueldos, hacer compras e inversiones y pagar impuestos. El funcionamiento normal de una empresa ya supone un beneficio social suficiente. Una empresa es, en buena parte, una entidad autosuficiente y los problemas sociales o de la comunidad son ajenos a su esfera de acción. Para (Porter, Kramer. 2011) la mayoría de las empresas siguen en la mentalidad de la “responsabilidad social” como forma de participación y compromiso con los problemas sociales, sin embargo, estas actividades están en la periferia de su misión de negocio. Los autores citados, sostienen que un nuevo modelo empresarial está en el principio de Creación de Valor Compartido, que involucra crear valor económico de una manera que también genere valor para la sociedad al abordar sus necesidades y desafíos. Las empresas deben reconectar su éxito de negocios con el progreso social. 

El valor compartido no es responsabilidad social ni filantropía y ni siquiera sustentabilidad, sino una nueva forma de éxito económico. No está en el margen de lo que hacen las empresas, sino en el centro. Las empresas pueden crear valor económico creando valor social. Hay tres formas diferentes de hacerlo: rediseñando productos y mercados, redefiniendo la productividad en la cadena de valor y construyendo clúster de apoyo para el sector en torno a las instalaciones de la empresa. Los clústeres incluyen no sólo a empresas sino también a instituciones académicas, asociaciones empresariales y profesionales. Si todas las empresas persiguieran individualmente un valor compartido conectado con sus propios negocios, los intereses generales de la sociedad serían atendidos y las empresas obtendrían legitimidad ante las comunidades donde operan, lo que permitiría el funcionamiento colaborativo a medida que los gobiernos establecen normas que fomenten y apoyen a los negocios.

Ligado al concepto de Creación de Valor Compartido es el término de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Surge de iniciativas de orden internacional como el Global Compact de Naciones Unidas, la cual incentiva la adopción por parte de las empresas, de principios universalmente aceptados y que también ha implicado a organismos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la Unión Europea (OCDE).  Los principios son agrupados en cuatro categorías: derechos humanos, relaciones laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción y se encuentran sustentados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de Principios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. 

Se puede definir a partir de Valores Organizacionales Éticos que orientan la conducta y actitud empresarial más allá de los requerimientos legales. Una empresa es socialmente responsable si responde ante sus impactos en la sociedad, se caracterizan por realizar una fuerte contribución al desarrollo sostenible de las sociedades, así como por reconocer y considerar las aspiraciones de los diferentes grupos de interés. Los críticos a la RSE consideran sus actividades como simple filantropía, como una herramienta de publicidad y legitimidad social. (Dahlsrud,2006) identifica cinco dimensiones para la responsabilidad social: la dimensión ambiental, que gira en torno al medio ambiente; la dimensión social, que promueve el mejoramiento de las interacciones entre la sociedad y la empresa; una dimensión económica, que incluye los temas financieros de la empresa, la dimensión de los individuos o colectivos que son impactados por el desarrollo de la actividad económica o actividad principal de las organizaciones y, por último, una dimensión voluntaria, que se enmarca en las acciones no prescritas en la ley. 

El concepto de Creación de Valor Compartido supone diseñar estrategias ya no de corto plazo sino de largo plazo que permitan obtener ganancias a las empresas a la vez que atienden las actividades relacionadas con el bienestar social de las comunidades. (Corredor, Escobar y Miranda. 2018) concluyen que más que un concepto distinto, la Creación de Valor Compartido constituye una interpretación de la RSE, que supera su concepción tradicional de asistencialismo, de inversión social y de filantropía, planteando una forma estratégica de hacer negocios basada en la innovación social en la que se reconoce que los beneficios económicos son igual de importantes que el bienestar de la sociedad. El debate se encuentra abierto. Lo que sí es cierto es que el mundo empresarial está obligado a cambiar el rumbo y luchar junto a la sociedad por un desarrollo social, económico y ambientalmente sostenible.

Cierre de Minas. Se define como las actividades de carácter legal y técnico que supone el cumplimiento de Leyes, Reglamentos y Normas del Estado Mexicano procurando la conservación de Ecosistemas medioambientales.  Las regulaciones normativas aplicables en “Cierre de la mina” permiten formular las respectivas medidas de mitigación, control, fiscalización y seguimiento ambiental, desde la apertura del Proyecto Minero hasta su terminación, es decir desde la prospección, exploración, preparación, desarrollo, extracción, beneficio, hasta el desmantelamiento y restauración del espacio físico. Todas las etapas son regulables, auditables y sancionables por alguna norma mexicana. El término normatividad al “cierre de minas” no es correcto en el sentido que no son sólo para el abandono de las operaciones y del espacio sino para la vida completa del proyecto.  El inconveniente en la legislación actual mexicana es que las normas se encuentran dispersas y se requiere reconocerlas y vincularlas al proyecto de mina particular. Nadie está exento de cumplimientos de leyes, reglamentos y normas por desconocimiento de las mismas. 

La normatividad Oficial Mexicana vigente del Sector Ambiental se clasifica en las siguientes materias: Agua, Contaminación por ruido, Emisiones de fuentes fijas, Emisiones de fuentes móviles, Impacto ambiental, Lodos y biosólidos, Medición de concentraciones, Metodologías, Protección de flora y fauna, Residuos y suelos. En la tabla 1 se muestran las principales. Legalmente no existe una vinculación directa del cierre de un Proyecto minero con la situación social posterior al evento. Es reconocida la generación de empleos, participación económica y desarrollo social en las comunidades huésped de los proyectos mineros, sin embargo, a la par de la disminución de recursos naturales, las poblaciones se tornan dependientes del flujo de capital generado por tal actividad. Los recursos minerales son finitos y al cierre de minas las comunidades se tornan vulnerables e impactadas en lo social, económico y ecológico. 

Planteamiento del problema

La industria minera en el estado de Sonora genera aproximadamente 14,000 empleos, con una participación cercana al 17 % del Producto Interno Bruto, es la actividad principal en 22 de los 72 municipios. Es el mayor productor de metal Oro y Cobre de México con 34% (3.8 millones de onzas) y 81% (751,000 toneladas) respectivamente en el año 2018. Existen más de 5,000 concesiones mineras en un área de más de 43.000 km2, poco más del 23% de la superficie mostrando su diversidad geológica con yacimientos minerales de oro, cobre, grafito, wollastonita, molibdeno, carbón antracita (economía sonora.2019). Se han establecido Corporativos nacionales y extranjeros relevantes como Grupo México, Grupo Peñoles, Grupo FRISCO, Arcelor-Mittal, Minas de Oro Nacional, Molymex, Argonaut Gold.  Las principales unidades mineras económicas generadoras de empleos son Mina La Caridad, Buenavista del Cobre, La Herradura, Noche Buena, Mulatos, La India, Santa Elena. A excepción de Mina La Caridad y BuenaVista del Cobre que cuentan con grandes reservas minerales el resto de las instaladas en el estado agotarán sus recursos en plazos no mayores a quince años de manera que las comunidades vecinas se verán afectadas en sus economías domésticas. Cabe señalar que la mayoría de las Unidades mineras se encuentran en lugares no favorables a la creación de negocios de manera que la expectativa no se presenta optimista para las comunidades que dependan de tales proyectos. 

El ciclo de vida de un Proyecto minero depende sobre todo de las reservas de mineral con valor económico en relación con el costo para extraerse y de la cotización en el mercado internacional del elemento metálico. Lo anterior sin considerar los imponderables financieros, legales y sociales asociados a la actividad extractiva. 

La imagen 1 muestra el ciclo de un Proyecto minero, sus etapas principales antes de la apertura y al cierre. Muestra el flujo del recurso económico con saldos negativos derivados de la inversión de alto riesgo y de flujos positivos logrados a partir de la extracción y beneficio del mineral. Es de suponer la rentabilidad del Proyecto minero que permita cubrir los costos de capital, de trabajo y participación accionaria. Durante la fase productiva, las empresas mineras generan movimiento económico en su entorno, beneficiando directa o indirectamente las poblaciones vecinas, más aún realizan actividades de vinculación social con la comunidad huésped. Estas actividades son denominadas de Responsabilidad Social (RSE) y son emblemáticas para las empresas sobre todo para los Corporativos internacionales. El marco de actuación de la Responsabilidad Social es muy variado dependiendo de las solicitudes comunitarias y posibilidades de la empresa minera, desde construcción o mejoramiento de infraestructura social, apoyo a escuelas, hospitales, talleres de autoempleo, hasta conservación de flora y fauna en riesgo de extinción. Explícitamente, las actividades de Responsabilidad Social tienen la finalidad de favorecer a los habitantes aprovechando la dinámica de recursos económicos generados en el entorno, pero implícitamente es un medio de preparación del acontecimiento que tarde que temprano tendrá que enfrentar la comunidad: el cierre definitivo de la mina.

En este punto final del cierre de mina y clausura definitiva del Proyecto minero se inicia la controversia del término Sustentabilidad. Si bien es cierto, el cumplimiento de la Normatividad obliga a la empresa minera a la preservación y restauración del ecosistema en general ( agua, suelo, flora, fauna, ambiente) fijando los límites de lo “sustentable”,  la parte social que corresponde al desarrollo personal y comunitario sufre un proceso traumático que obliga al individuo a reiniciar un nuevo estilo de sobrevivencia; retorno a la actividad original marginal ( de campo, pesca, artesanal), migración a zona urbana armado de nuevas habilidades o bien reacomodo en otros proyectos mineros si cuentan con la experiencia previa. La minería histórica del país y del estado de Sonora dan testimonio del destierro de comunidades mineras. ¿tendrá que ser lo anterior la síntesis de la “sustentabilidad social”, como epílogo de la riqueza del patrimonio nacional? 

Propuesta de solución

 En este contexto, el Cuerpo Académico “Desarrollo Minero Sustentable” de la Universidad Tecnológica de Hermosillo, realizó un ejercicio de vinculación entre Empresa Minera y las comunidades vecinas con el objetivo de proponer soluciones consensadas a la problemática del cierre de la mina partiendo del concepto Creación de Valor compartido y el principio de Sustentabilidad. La propuesta del Cuerpo Académico parte que desde la vida productiva del proyecto minero deben generarse las condiciones adecuadas para un Cierre de minas que cumpliendo la normatividad vigente prepare un cambio de uso de suelo del espacio físico para el establecimiento de infraestructura adecuada a la implementación de actividades productivas con la participación de la comunidad que será afectada al concluir las operaciones. Se considera que la empresa debiera de preparar a la población y participar con recursos financieros, logísticos y gestión para la transición de Proyecto Minero a Proyecto Productivo Sustentable (de Valor compartido). También es deseable que la población misma dinamice iniciativas y organización social acorde a la vocación personal y de posibilidades del entorno regional. Otro factor importante sería la participación de sectores de Iniciativa Privada y Entidades de Gobierno.

La imagen 2 muestra la transición o cambio de uso de suelo del Proyecto Minero a Proyecto Productivo. Define los flujos económicos de ambos proyectos. Es de notar el carácter finito del Proyecto Minero en comparación de las posibilidades de consolidación y proyección “infinitas” del Proyecto Productivo. Se apuesta a la Gestión de Negocios y Organización Social para el crecimiento y desarrollo de la comunidad de manera transgeneracional. 

Para implementar la metodología se ha suscrito convenio con Empresa Minera vecina a una comunidad de importante tradición minera desde el siglo XIX. Se omiten nombres y detalles por acuerdo confidencial. Si bien, la mina en cuestión no está en proceso de cierre, si existe especulación al respecto. Se integró equipo de trabajo con la participación de profesores del Cuerpo Académico con apoyo de estudiantes de Ingeniería en Minería y Gestión de Proyectos y con personal profesional operativo de la Mina. La metodología del ejercicio comprendió estudios tanto al interior de la infraestructura minera como al exterior en las poblaciones vecinas a la Empresa. La imagen 3 muestra los seis factores de estudio que fueron realizados por los estudiantes colaboradores asesorados por profesores y personal asignado por la empresa minera. Al interior de la mina los estudiantes de Ingeniería en Minería evaluaron los aspectos biofísico, normativo y geotécnico según el Plan Conceptual de Cierre de minas, posteriormente definido el Proyecto Productivo se complementó el factor arquitectónico. De manera paralela los estudiantes de Ingeniería 

en Gestión de Proyectos realizaron investigación de campo en dos comunidades cercanas a la mina que se consideran vinculadas al proyecto minero, enfocadas a un Modelo de Negocio con fundamento en un estudio socio-económico de la población objetivo.

El estudio socio-económico en dos comunidades reflejó entre otras cosas lo siguiente:

  • Alta dependencia ocupacional de los habitantes de la actividad minera tanto directamente como en beneficios colaterales. Desplazamiento de ocupaciones rurales tradicionales de la región (Gráfico 1).
  • Aceptables ingresos económicos por familia por arriba de la media estatal (Gráfico 2).
  • Reconocimiento de las actividades de Responsabilidad Social de la empresa Minera en beneficio de la comunidad. Destacan talleres productivos de autoempleo (Gráfico 3).

Con la información general obtenida de los factores de estudio, el equipo de trabajo determinó las siguientes premisas:

  1. Debido a la ubicación de la mina cercana a la ciudad capital del Estado de Sonora y entronque con vías de comunicación a las poblaciones de la sierra baja y alta, donde también se localizan minas hacen factible la implementación de un Parque Recreativo con temática en la trayectoria histórica minera regional.
  2. La comunidad vinculada con la mina es en sí misma un lugar de paso y descanso con pequeñas fondas donde se ofrecen productos elaborados por sus habitantes. De manera que las encuestan mostraron preferencia a la continuidad de sus pequeños comercios proyectados con visión de negocios establecidos.
  3. No existe en la ciudad Hermosillo, capital del estado, un lugar atractivo turístico nacional e internacional que ofrezca áreas recreativas, deportivas, culturales y comerciales en un mismo espacio físico.
  4. Las condiciones geomorfológicas, topográficas, geológicas e infraestructura favorecen implementar un cierre de minas acorde a la normatividad mexicana procurando la transición del uso de suelo de proyecto minero a Parque Recreativo con la salvedad de zonas de alto riesgo reconocidas y protegidas adecuadamente.

Con las premisas anteriores se formuló la propuesta del Parque Recreativo:

El Parque Recreativo se conceptualiza como destino de turismo regional con instalaciones recreativas, culturales, deportivas y comerciales. Que fortalezca el patrimonio cultural de las comunidades vecinas a través del legado histórico de su actividad minera.  Sitio de conservación de la identidad social y del ecosistema regional, que permita brindar crecimiento y desarrollo a las futuras generaciones con la implementación de proyectos productivos de participación social.

Se realizó encuesta de aceptación y participación de las comunidades, evitando en lo posible la especulación del cierre de la mina al menos en el corto plazo. Los resultados en los gráficos 4 y 5.

Partiendo del concepto definido y del estudio Factor de Negocios elaborado por los estudiantes de ingeniería en Gestión de Proyectos, se definieron las áreas requeridas, necesidades que cubrirán y las instalaciones que deberán proyectarse. Las tablas 2 y 3 muestran requerimientos del Parque.

Posteriormente, los estudiantes de ingeniería en Minería con base en la normatividad relativa al Cierre de Minas que incluyó estudios de biofísica, geotecnia y protección civil al interior de las instalaciones mineras, identificaron y evaluaron los espacios adecuados de la Mina para la transición de uso de suelo a las áreas proyectadas del Parque Recreativo (tabla 4).

 La imagen 4 muestra las instalaciones proyectadas sobre la superficie de la infraestructura minera en producción. Los estudiantes elaboraron con tecnología CAD los diseños arquitectónicos de las instalaciones los cuales fueron presentados a la Empresa Minera con perspectiva futura inversión. No es intención del presente artículo mostrar los productos de ingeniería obtenidos del ejercicio, como ejemplo se agregan las imágenes 5 y 6.

Conclusiones

El ejercicio metodológico se desarrolló durante un año, el objetivo de vinculación se cumplió satisfactoriamente, generando conocimiento en áreas sociales, técnicas y negocios, con posibilidades futuras de aplicación. Para la temática del presente artículo los aprendizajes significativos fueron los siguientes: 

  1. La vinculación entre Empresa minera y Comunidades de posible impacto al cierre de la mina es factible en un marco colaborativo en generación de alternativas sustentables.
  2. Es viable conceptualizar la transición de un Proyecto Minero a Proyecto Productivo en el espacio físico al cierre de mina, en función de la vocación del entorno social.
  3. La creación de Valor Compartido por la Empresa Minera le proporciona legitimidad de RSE con la Sustentabilidad Social y Económica de la comunidad huésped.
  4. La metodología del ejercicio es participativa e incluyente. Considera todos los factores de impacto desde el Cierre de mina hasta la propuesta del Plan de negocios del Proyecto Productivo.
  5. El ejercicio muestra la posibilidad de conciliación de intereses empresariales, sociales comunitarios y de Gobierno bajo conceptos de Valor compartido y Sustentable.
  6. El ejercicio metodológico muestra el alcance de los Institutos de Educación Superior en la misión de vincular los sectores productivos con las comunidades vecinas en provecho del desarrollo regional.

Referencias

  •  Aznar Minguer Pilar.  Educación para el desarrollo sostenible: reflexiones teóricas y propuestas para la acción. 2010.  
  • Brundtland, G.H. Reporte of the World Commission on Environment and Development: Our Common Future. 1987.
  • Dahlsrud, Alexander. How Corporate Social Responsibility is Defined: an Analysis of 37 Definitions .2006.
  • Daza Corredor, A., Viloria Escobar, J. y Miranda Terraza, L. De la responsabilidad social empresarial (RSE) a la creación de valor compartido (CVC): una reflexión crítica sobre los dos conceptos. 2018
  • Gian Carlo Delgado Ramos, Mireya Imaz Gispert y  Ana Beristain Aguirre. La sustentabilidad en el siglo XXI. 2015. 
  • Gómez Gutiérrez Carlos. El desarrollo sostenible: conceptos básicos, alcance y criterios para su evaluación.2017.
  • Porter Michael E, Kramer Mark R.  La creación de valor compartido. 2011. 
  • Porter y Kramer.  La Creación del Valor Compartido.2011.  

http://acacia.org.mx/busqueda/pdf/11_PF721_Valor_Compartido_e_Innovaci__n_Social.pdf

http://www.iarse.org/uploads/Shared%20Value%20in%20Spanish.pdf

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http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Havana/pdf/Cap3.pdf

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/csr.132

https://sustainabledevelopment.un.org/content/documents/5987our-common-future.pdf

https://www.gob.mx/semarnat/archivo/documentos


PTC en Carrera de Minería, Universidad Tecnológica de Hermosillo, Sonora. México.

*fhuerta@uthermosillo.edu.mx (Ingeniero minero, Maestría Administración de Negocios)

**gmaldonado@uthermosillo.edu.mx (Ingeniero Industrial, Maestría Sistemas Industriales)