El patrimonio industrial minero del antiguo Distrito de Pachuca y Real del Monte, Hidalgo1

Por: Belem Oviedo Gámez, Marco A. Hernández Badillo2

Presentación
Durante casi cuatro décadas, la herencia industrial minera del antiguo distrito de Real del Monte y Pachuca, en el estado de Hidalgo, ha sido rescatado, estudiado, puesto al servicio de la comunidad y difundido a nivel nacional e internacional por el  Archivo Histórico y Museo de Minería, A.C. (AHMMAC), que conserva el Archivo Histórico de la Compañía Real del Monte y Pachuca (1727-1983), un archivo de concentración (1984-2002), una biblioteca y una hemeroteca especializados en el tema de minería y cuatro museos: el Museo de Minería en la ciudad de Pachuca (1993) y tres en Real del Monte: Museo de sitio Mina de Acosta (2001), Museo de Medicina Laboral como parte del Centro Cultural Nicolás Zavala (2004) y Museo de sitio y centro de interpretación Mina La Dificultad (2011). Desde noviembre de 2014, trabaja en lo que será su quinto museo en la Mina Dolores, también en Real del Monte.

El trabajo de AHMMAC nos ha permitido conceptualizar de manera más integral este patrimonio histórico cultural y proponernos recrear una visión territorial que abarque a todo el distrito minero de Real del Monte y Pachuca, para ello hemos preparado un centro de interpretación y publicado una guía “Ruta de la Plata” (turismo cultural en sitios de patrimonio minero) que incluye información histórica de cada una de las poblaciones que integran la Comarca Minera y de sus sitios mineros. Se complementa dicha información con datos sobre edificios civiles y religiosos que deben su origen a esta actividad.

Uno de nuestros objetivos es vincular estos proyectos con el desarrollo regional destacando la singularidad y aportación del patrimonio que existe en cada una de las localidades. Dada su importancia, nuestro trabajo también se orienta en preparar una propuesta sólida que sea el aval para solicitar a UNESCO, su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial. 

Los proyectos que hemos concretado se encuentran en la población de Real del Monte (pueblo de tradición minera con 12,000 habitantes) y en Pachuca. Los museos creados por el AHMMAC recibían anualmente, un promedio de 110,000 visitantes, quienes recorrían otros atractivos de la localidad y demandaban una variada oferta de servicios, como restaurantes, pasterías (el paste fue la comida tradicional de los mineros Cornish y es hoy día un atractivo turístico y gastronómico), tiendas de recuerdos, hoteles y posadas, que han surgido en los últimos años, a partir de la apertura de nuestro primer museo en 2001. Las cifras mencionadas se refieren a la época pre pandemia por el COVID 19; en la actualidad la afluencia de visitantes empieza a recuperarse.

El transporte público también se ha beneficiado. Pero sin duda una de las aportaciones más importantes del AHMMAC es la revaloración de la cultura minera por parte de quienes la crearon: Los mineros y sus familias, así como por los ciudadanos y visitantes entre los que predominan los escolares. 

Tabla 2. Uso de los MTNEM y sus concentraciones de Li.

El 90% de los guías de los museos del AHMMAC son mineros jubilados o descendientes de mineros y un sector de la población trabaja como guías o en otras actividades derivadas del turismo, encontrando una alternativa de trabajo, donde, hasta hace poco, al dejar de ser minero se emigraba a los Estados Unidos.

El objetivo de este articulo es compartir una experiencia exitosa de labor en pro del patrimonio industrial minero y el impulso, a través de sus proyectos, al desarrollo cultural y económico de la Comarca Minera Hidalguense, desde la sociedad civil; que bien podría ser replicado en los diferentes centros mineros del país; en una clara muestra de que el pasado minero puede ser el sostén económico de poblaciones enteras y sus habitantes, en el presente y en el futuro. 

El Archivo Histórico de la Compañía de Real del Monte y Pachuca 1727-1983

“Memoria del Mundo Mexico” UNESCO 
Rescate y conservación de archivos industriales3
El antiguo distrito minero de Real del Monte y Pachuca, en el estado de Hidalgo, es una de las pocas regiones en el país que ha conservado importantes vestigios de más de cuatro siglos de actividad minera en la extracción de oro y plata, de manera ininterrumpida; incluido el trabajo en las minas de obsidiana y los talleres de lítica, de los toltecas, aztecas y teotihuacanos, durante la época prehispánica, porque es muy probable que los últimos mineros de la obsidiana fueran los primeros trabajadores en las minas de plata en Real del Monte. 

La introducción y creación de innovaciones tecnológicas, para la extracción y beneficio del mineral así como para el desague de las minas, fue creando un importante patrimonio en fundos y emplazamientos mineros y valiosos vestigios tecnológicos, en máquinas y herramientas (movidas por la energía humana, la fuerza animal, el vapor o la electricidad), tanto en la exploración y extracción como en el beneficio o desague de las minas. Paralelo a ello se gestó un invaluable patrimonio documental que, si bien es jóven en relación a la formación de las vetas minerales, es imprescindible para conocer el desarrollo de la minería y fundamental en los planes de desarrollo de las empresas.

Museo de Medicina Laboral

Por ello, el rescate del patrimonio industrial inició con los acervos documentales -escritos y gráficos- generados por dicha actividad, lo que permite apreciar además de la historia de esta industria, la magnitud de la explotación y el impacto en la región provocado por la extracción de los minerales. Otro aspecto que puede ser estudiado gracias a las fuentes documentales es el referente a la memoria del trabajo, ya que en sus acervos se encuentra abundante información sobre el personal. La consulta del archivo histórico permite también contrastar y comprender los cambios en el paisaje minero de la región, y en las antiguas minas y haciendas de beneficio, que utilizaron el sistema de beneficio por amalgamación o de patio. San Buenaventura, Loreto, San Miguel Regla y Santa María Regla se encuentran entre los mejores ejemplos que pueden apreciarse en México.

El Archivo Histórico y Museo de Minería, A. C. (AHMMAC), tiene su origen en la concentración en un solo sitio de los archivos históricos de la Compañía Minera de Real del Monte y Pachuca y de otras empresas mineras de la región, la tarea de reagruparlos fue iniciada en abril de 1987. Los archivos se encontraban diseminados en diferentes instalaciones de la compañía, como bodegas, baños, oficinas y talleres. El archivo se enriqueció con la incorporación paulatina, a partir de 1988, de microfilmes y fotocopias de documentos conservados en archivos nacionales y extranjeros y que ofrecen hoy en día, una veta de más de 300 años de historia en espera de continuar siendo explotada por los investigadores, quienes desde agosto de 1987, tienen abiertas las puertas de esta institución para la consulta de sus acervos. 

El Archivo está integrado por documentos, escritos y gráficos, libros y publicaciones periódicas que abarcan un periodo de 1681-2002, incluyendo los microfilmes de la Colección Romero de Terreros -Condes de Regla-; el original más antiguo data de 17273. Gracias a un convenio con la CRDMyP, fundada en 1824 sobre la base de las propiedades de los Condes de Regla, se cuenta con un archivo de concentración (1984-2002) que permitirá continuar incrementando el archivo histórico. Este archivo posibilita el estudio del patrimonio minero regional, así como la planeación de su rescate, preservación y reutilización. 

Los fondos documentales son: Colonial (1727-1824), Siglo XIX (1824-1911), Norteamericano (1906-1951), Paraestatal (1947-1990) y Compañías Filiales y/o Subsidiarias (1842-1987)4.

A excepción de los fondos Colonial y Compañías Filiales y/o Subsidiarias, el resto de la información fue generada directamente por la Compañía Real del Monte y Pachuca. En el caso del Fondo Colonial se trata de documentos originales entregados a los empresarios ingleses en 1824. A estos se ha sumado copia, en microfilme o fotocopias, de archivos particulares y públicos que contienen información sobre esta región minera, como el Archivo Particular de los Condes de Regla y el Archivo General de la Nación, México.

El Fondo Compañías Filiales y/o Subsidiarias cuenta con documentación creada por diversas empresas, que al no tener recursos económicos y tecnológicos fuertes, se vieron absorbidas paulatinamente por la CRDMyP.

El Fondo Gráfico está integrado por una mapoteca, una carteloteca y una fototeca. En este último caso se han digitalizado las imágenes de la Colección Azpeitia, la más importante de la fototeca, que ha dado origen a dos publicaciones5 de la institución; se trata de un registro de minas, haciendas, obreros, vida cotidiana y paisaje urbano de principios del siglo XX. La mapoteca básicamente está formada por planos y mapas de la actividad minera y geológica; en cuanto a la carteloteca, se originó con la colección de carteles de seguridad, tradición iniciada en la década del diez del siglo XX para prevenir accidentes, dentro de la compañía minera.

Actualmente, el archivo custodia 2,300 metros lineales de documentación. En la mayoría de los casos se cuenta con inventarios generales y en casos particulares con catálogos documentales. A la fecha se han editado en papel y disco compacto seis catálogos: dos del  Fondo Compañías Filiales y/o Subsidiarias y cuatro del Fondo Norteamericano. Así como la Guía General de los Acervos; en este momento se trabaja en una nueva versión a la que se han agregado documentos recibidos después de 1993.

Parte importante dentro del archivo es la Biblioteca “Juan Barrón” y la Hemeroteca “Ezequiel Ordoñez”, ambas especializadas en historia, minería, geología, patrimonio industrial, archivística, arte y literatura.

Las Cajas de San Rafael:
Rescate y conservación del patrimonio arquitectónico
Más de 400 años de explotación minera en la región han dejado un invaluable patrimonio arquitectónico, tanto de carácter civil como industrial. Dentro de la arquitectura civil tres de los edificios más emblemáticos son “Las Cajas”, construido para albergar las Cajas Reales durante la época Colonial; las Cajas de San Rafael, en Pachuca y el Ex-Hospital Minero en Real del Monte. En el caso de las construcciones mineras, sin lugar a dudas los vestigios más importantes e impresionantes que se conservan son las casas de máquinas de tipo Cornish6 y la Alemana edificadas entre 1825 y 1890, y las haciendas de beneficio construidas durante la época colonial.

Las Cajas de San Rafael.- Se trata de un edificio de principios del siglo XX, construido para albergar las oficinas de la Compañía Minera de San Rafael y Anexas7. Durante el tiempo que perteneció a San Rafael, las Cajas cumplieron una doble función: en la planta baja se encontraban las oficinas generales, cuartos especiales para guardar las monedas y los lingotes de plata; uno más para la cebada de los caballo y dos destinados al archivo de la Negociación. Por su parte, el primer piso se transformaba en una bella mansión donde habitaban el director y el administrador general de la compañía con sus respectivas familias, quedando algunas habitaciones para visitas especiales de la empresa. Esta área se integraba por cocina, cantina, sala, comedor, cuatro recámaras y un baño8.

Museo Mina de Acosta

A partir de 1944, de oficinas y casa-habitación pasó a ser escuela primaria, secundaria, normal básica y normal superior. Desgraciadamente, la falta de conciencia por parte de las autoridades educativas y de los estudiantes contribuyeron a la destrucción paulatina del inmueble: barandales y puertas rotos, techos con agujeros, cantera del interior cubierta con pintura vinílica color verde, son algunos de los ejemplos que podemos dar del estado de conservación en 1987.

El edificio de las Cajas de San Rafael, conocido en la actualidad como Museo de Minería, tiene hoy en día 950 metros cuadrados de área construida, dos jardines y un patio central. Entre 1920 y 1936 su hacienda de beneficio “Bartolomé de Medina”, fue fraccionada y puesta a la venta. En 1987, siendo propiedad de la CRDMyP, se inició su remodelación y a partir del año siguiente se convirtió en la sede del AHMMAC.

Los Museos del Patrimonio Industrial Minero:
Rescate y conservación de edificios, máquinas, herramientas y equipo
El Museo de Minería en la Ciudad de Pachuca9 , nació como un homenaje a la memoria, historia y vida de un gremio que a través del tiempo ha labrado toda una cultura: El minero del distrito de Real del Monte y Pachuca. Asimismo, es un medio para el rescate y conservación de herramientas, máquinas y equipos utilizados en la producción de la plata y el oro. Todos estos utensilios fueron abandonados en distintas áreas de la empresa, provocando su deterioro; en otros casos fueron vendidos como chatarra; o bien, sirvieron para ornamento de casas particulares. 

En 1993 se tomó la decisión de hacer un espacio dentro del edificio que alberga al archivo histórico para la colección que se creó con ellos. Así, fue fundado el primer museo de minería del estado de Hidalgo.

En un primer momento el museo quedó integrado por una galería principal, un área de arqueología industrial, dos salas de exposiciones temporales y una sala de usos múltiples. La galería se dividió en cinco secciones; tres dedicadas al proceso productivo de la minería argentífera: Exploración geológica, explotación y beneficio de los minerales; y dos, centradas en aspectos sociales y laborales, como la organización de los trabajadores y los esfuerzos de los empresarios y empleados para reducir el número de accidentes en las minas.

Después de treinta años de haber abierto las puertas del museo y con el afán de hacer cada día más accesible al público en general – particularmente a los niños y adolescentes – la historia minera de Real del Monte y Pachuca, el museo ha sido remodelado y ampliado en dos ocasiones, en 2003 y 2013. Se creó un área dedicada a la geología y la mineralogía, apoyada con una colección de minerales y los mapas que ubican las regiones y productos de la minería en el estado de Hidalgo, con el apoyo del Servicio Geológico Mexicano. 

Área de Geología del Mundo de la Minería

El visitante continúa su recorrido por la historia de la minería en la región, conociendo las primeras explotaciones de obsidiana realizadas en la época prehispánica, en las minas de la Sierra de las Navajas. Continúa con la minería argentífera durante el virreinato -que tiene como antecedente el primer denuncio minero realizado por Alonso Rodríguez Salgado en 1552-, período caracterizado por el uso de mano de obra indígena y esclavos, así como por el perfeccionamiento y aplicación del sistema de beneficio por amalgamación o de patio, expuesto de manera didáctica mediante maquetas que ilustran el proceso de la molienda y el beneficio del mineral. Y el movimiento obrero de 1766 en donde los barreteros se agruparon para exigir el respeto al sistema de pago conocido como partido.

La figura sobresaliente durante este período, el primer Conde de Regla Pedro Romero de Terreros, permite enlazar la historia de las diferentes administraciones que tuvo la negociación minera de su propiedad y que, ante numerosos problemas, obligó a su descendiente, el tercer Conde de Regla, a transferir a empresarios ingleses los derechos sobre el distrito minero, quienes formaron la Compañía de Aventureros de las Minas de Real del Monte, en 1824. La presencia inglesa en la región provocó cambios importantes – en el paisaje y costumbres de los pachuqueños y realmoenteses-, el museo recoge estas experiencias, como muestra de la gran influencia de la Compañía de Aventureros. La inversión inglesa no logró la rentabilidad deseada, lo que provocó trasladar sus derechos de propiedad a empresarios mexicanos encabezados por las familias Escandón y Beisteguí quienes crearon la Sociedad Aviadora de las Minas de Real del Monte y Pachuca.

Éstos vencieron las dificultades económicas y tecnológicas que los ingleses no superaron, volviendo próspero el distrito minero. Entre sus logros puede citarse la utilización de la tecnología de vapor importada por los ingleses, el desagüe de las minas aprovechando la ventaja de la nueva maquinaria y su modernización con maquinaria alemana y belga, así como su estrategia de invertir en otras propiedades mediante el sistema de avío, lo que les ayudó a consolidar una gran compañía: La Real del Monte y Pachuca. Aspectos que se ilustran, ampliamente, en el museo con imágenes y objetos de la época.

El recorrido histórico por la minería del siglo XX incluye el uso de la electricidad y las concomitantes transformaciones técnicas que sufrió esta industria, así como la llegada de los inversionistas estadounidenses al distrito minero, en 1906. Este momento se aborda en una de las salas del museo con especial énfasis; fue el inicio de profundos cambios en los métodos de exploración, tumbe y acarreo del mineral, así como en su beneficio. El sistema de beneficio por cianuración reemplazó al de beneficio de patio, basado principalmente en la utilización del azogue. 

Estas acciones incrementaron notablemente la productividad de las minas al grado de colocar, durante algunos años a este distrito minero como el primer productor de plata en el mundo. Así, las transformaciones dieron paso a un nuevo paisaje industrial, caracterizado ahora por horcas metálicas, poleas, canastillas y enormes instalaciones para moler y beneficiar el mineral. Algunos ejemplos notables -herencia de la tecnología de esta época- pueden apreciarse en las instalaciones del museo: una grúa de vapor construida por The Brown Hoisting Machinery Co., en Cleveland, los camiones Mack, maquinaria y planos, que conforman la memoria viva del trabajo en el distrito minero de la United States Smelting Refining and Mining Company (USSR&MCo.).

En 1947 -con la retirada de la compañía estadounidense por la sensible disminución de sus ganancias- la Compañía Real del Monte y Pachuca, la principal en la región, se convirtió en una de las primeras paraestatales mineras del país. Durante este período continuó utilizándose el esquema de explotación y producción, así como la infraestructura heredada de la época estadounidense, con algunas modificaciones: la creación de la planta de regeneración de cianuro y la de tratamiento para el zinc. Al final de esta administración hubo un breve pero importante repunte en el precio de la plata y el oro. 

Este período es el mejor ilustrado en el museo, gracias a las extraordinarias imágenes de la colección Azpeitia de la fototeca del AHMMAC de la primera mitad del siglo XX y las contemporáneas de Marco A. Hernández Badillo.

En el umbral de la crisis minera, la compañía se privatizó en 1990. Es con estas últimas administraciones que finaliza el recorrido histórico, resaltando los trabajos realizados en la hacienda de beneficio de Loreto, para lo cual se cuenta con una maqueta que permite explicar todo el proceso a fin de lograr la transformación del mineral en plata y oro puros.

La Mina de Acosta, Museo de Sitio10.- AHMMAC planteó la necesidad de crear un proyecto integral del patrimonio industrial de la zona minera Real del Monte-Pachuca, decidiéndose iniciar con la Mina de Acosta11 debido a la superposición del desarrollo de tres siglos de explotación minera, donde se conjugan de manera armónica un acueducto colonial que recorre la mina, rodeado de impresionantes muros y contrafuertes, con la majestuosidad de la casa de máquinas que albergó a una de las primeras máquinas de vapor que llegaron a México en el siglo XIX; una horca metálica y la casa del malacate, ambos del siglo XX.

En mayo de 1998, se iniciaron los trabajos de restauración y acondicionamiento de la mina con el levantamiento de los planos arquitectónicos, el diagnóstico de su estado de conservación y la preparación de un plan general, que contempló la investigación histórica12, la interpretación del sitio, los trabajos de arqueología industrial13 y los criterios de restauración apoyados en el análisis de los distintos procesos constructivos presentes en el sitio (que corresponden a las diferentes etapas productivas de la mina) y en la consideración de ver en la Mina de Acosta un patrimonio histórico de gran valor. A lo anterior se le agregó el proyecto para establecer un museo de sitio, con propuestas detalladas de diseño y reacondicionamiento de espacios que se adecuaran a la fisonomía del lugar y al discurso histórico, tecnológico y arquitectónico, además de cumplir con los requerimientos de seguridad y comodidad para los visitantes14.

Las áreas del museo se adecuaron a las de la mina, de acuerdo a su uso original. En la superintendencia, además de conservarse el ambiente de la antigua oficina, el visitante puede familiarizarse con la historia del sitio, desde su denuncio en 1727, hasta su cierre definitivo en la década de los setenta del siglo XX. El museo incluye, como parte de sus salas de exhibición, la dedicada a la era del vapor, a los avances tecnológicos y las influencias culturales de los mineros ingleses en la región, enriquecida con los trabajos de arqueología industrial realizados en la casa de máquinas y área de calderas. Estos trabajos se hicieron con el apoyo de la beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, a través del Sistema de Investigación Ignacio Zaragoza (SIZA-CONACYT).

Sin duda, el socavón utilizado para la extracción del mineral y como túnel de acceso al despacho ubicado en el nivel 180 en la mina Dificultad, es uno de los lugares de mayor atractivo. Un recorrido de 450 metros a través del socavón permite a los visitantes observar los diferentes métodos de trabajo aplicados a lo largo de la historia y las herramientas, equipos y maquinaria usados en las labores mineras. Fotografías, pertenecientes a los siglos XIX y XX, muestran a los mineros en sus actividades cotidianas de trabajo. Asimismo, el visitante puede observar las vetas mineralizadas, sus características geológicas y una frente; y descansar en el despacho de la mina donde los guías hacen referencia al trabajo minero.

Area de Archivo

En el museo de sitio se encuentra la Casa del Superintendente construida en el siglo XIX. En ella se recrea el ambiente de la época, complementado con salas de exposiciones permanentes en las que se pueden consultar referencias documentales acerca de las principales minas de Real del Monte; la historia del movimiento obrero en la región a partir de 1766 -año en el que a través de un tumulto se defendió el sistema de pago conocido como partido- hasta la creación del sindicato nacional organizado por los mineros de este distrito, en 1934.

En las diferentes áreas de esta casa hay muestras de minerales, teodolitos y niveles utilizados en la mina. Se dedica una sala especial al bosque de El Hiloche -antiguo lugar de reuniones de las familias mineras- hoy en día en grave riesgo, producto del avance de la mancha urbana.

Otras áreas del museo son: la Casa del Malacate, la Fragua y el Espacio de Calderas, en esta última sección las excavaciones arqueológicas dejaron al descubierto los ceniceros de las calderas de vapor del siglo XIX. 

Dos áreas infantiles sirven para impartir talleres sobre historia y artes plásticas. La productividad artística de los niños permitió la edición ilustrada de la guía sobre Museo de sitio, Mina de Acosta, con imágenes de su propia creación. El proyecto se realizó con una beca otorgada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y con fondos propios de la asociación civil15

Centro Cultural Nicolás Zavala/Museo de Medicina Laboral16

El hospital de la Compañía Real del Monte y Pachuca (CRDMyP) fue producto de un acuerdo entre los barreteros (mineros) y la empresa, firmado en diciembre de 1906. Los empleados y operarios apoyaron con el 2% de su sueldo y la compañía con la construcción del complejo hospitalario, su equipamiento, con el equipo médico más avanzado de su época y el mantenimiento del mismo, incluido el salario del personal. El servicio se extendió a las familias de los trabajadores, hasta la creación de las clínicas mineras por el Sindicato Nacional de Mineros en la década del 30. A partir de entonces sólo se atendió a los trabajadores de la compañía minera.

El inmueble, mobiliario, equipo quirúrgico, de rehabilitación y rayos X, así como la botica, fueron donados al AHMMAC en 1996 por la CRDMyP. Los trabajos de restauración del edificio, mobiliario y equipo médico se pospusieron varios años debido a que el AHMMAC tuvo que prestar, mediante un convenio de comodato, el inmueble al gobierno del estado de Hidalgo. El proyecto fue retomado en 2001. Después de tres años de haber emprendido los trabajos, el 27 de octubre de 2004, el antiguo hospital se convirtió en el Centro Cultural “Nicolás Zavala”17 , incluye un Museo de Medicina Laboral, un Archivo de la Palabra, salas de exposiciones temporales y un auditorio. Este proyecto contó para su diseño museográfico con las becas de la Fundación J. P. Morgan y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, además de donativos de particulares y amigos que aportaron su trabajo de manera gratuita.

En 1983, cuando el gremio minero fue incorporado a los servicios médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social y el hospital minero dejó de funcionar como tal, contaba con las siguientes áreas y servicios: receptoría, botica, sala de rayos X, sala de internamiento, consultorio, central de enfermeras, salas de recuperación, curaciones y rehabilitación; un quirófano, con su central de esterilización y equipos; un baño, con regadera y tina; lavandería, área de planchado de ropa de cama y una capilla mortuoria. Todo localizado dentro del edificio que hoy ocupa el Museo de Medicina Laboral. La museografía respetó esta división, de tal manera que el recorrido por el museo se inicia en la antigua capilla.

Este espacio presenta además, una breve introducción a la historia del hospital y a los primeros carteles realizados por el departamento de seguridad. En ellos se puede observar el tipo de accidentes y las condiciones en que ocurrían. Son, en conjunto, un valioso testimonio histórico. 

Entre las áreas del museo se encuentra la botica, en donde se conjugan las diversas manifestaciones de la terapéutica médica del siglo antepasado con la medicina moderna del naciente siglo XX. Algunas plantas, como el boldo, la hoja sen, las flores de tabachín, de tila y de azar, fueron mezcladas con los productos químicos para preparar las medicinas prescritas por el médico. El boticario que, de acuerdo a los registros del hospital, muchas veces trabajó sin “título de farmacéutico”, era el responsable de elaborar las pastillas, cápsulas y ungüentos.

La sala de radiología tuvo una función médica fundamental, pues a lo largo del siglo XX los rayos X fueron el método de diagnóstico por excelencia para determinar las afectaciones provocadas por el sílice en los mineros; también permitían la identificación precisa de fracturas óseas provocadas por accidentes en las minas. El equipo General Electric de los años treinta es un ejemplo de la tecnología con la que se contaba. Por sus características, podía utilizarse en las diferentes salas del hospital. 

En la sala de curaciones se atendía a los trabajadores que habían sufrido algún accidente en las labores mineras; de ser necesario se turnaba al quirófano y/o área de encamados. La sala de hospitalización o encamados conserva camas, biombos, escupideras, cómodos, orinales, mesas, sillas, portasueros y tanques de oxígeno. Esta sala exhibe, además, la reproducción del cuerpo humano -masculino y femenino- diseccionado e impreso en acrílico transparente.

Quirófano y Central de Equipos y Esterilización (CEYE). Después de 116 años, el quirófano del museo está equipado con instrumental de los primeros años del siglo XX, como fórceps, separadores con valvas intercambiables, legras, jeringas de asepto, pinzas para biopsias y suturas de diferentes calibres. Cuenta con un equipo completo de anestesia que incluye ampolletas de éter purísimo y cloroformo, mesa de expulsión de metal, mesa de cirugía construida con metal y cristal, una silla metálica de otorrinolaringología, tanques de oxígeno, un aparato propulsor útil en las intervenciones torácicas y luces de emergencia. Dentro de la central de equipos y esterilización se conservan dos refrigeradores, dos esterilizadores para jeringas y para ropa, cajas Duallan, una pomadera para esterilización líquida y esterilizadores para agua, además de otros equipos. 

En la sala de rehabilitación se exhiben diferentes tipos de férulas, desde las utilizadas para el traslado de heridos (reutilizables de alambre) hasta las diseñadas por Brown Bohler, que se instalaban en la cama del paciente. Existen varias férulas de metal para inmovilizar distintas partes de los brazos, manos y dedos; férulas para fractura de hombro tipo pullikan y corsés para dar soporte a la columna. Como complemento, se encuentran diversos aparatos empleados para la rehabilitación del trabajador, así como instrumentos de cirugía ortopédica, de los cuales destaca el equipo portátil diseñado por el doctor Albin Lambotte (1866-1955), cánulas Jackson, endoscopios y cistoscopios, una silla de ruedas y una camilla para el traslado de los pacientes en el interior del hospital. 

Mina La Dificultad. Centro de Interpretación y Museo de Sitio18
La Mina La Dificultad19 que abrió sus puertas al público en mayo de 2011, es el conjunto histórico más importante de Real del Monte y uno de los testigos de los cambios tecnológicos más sobresalientes de México. En ningún otro lugar encontraremos mejores ejemplos del fin de una era, la del vapor y el inicio de otra, la de la electricidad.

El objetivo principal del museo es el de ofrecer a sus visitantes una visión lo más completa posible sobre el papel tan esencial que esta mina desempeñó en la historia del distrito minero y la importancia que -como patrimonio histórico, tecnológico y cultural- tiene actualmente. Si bien son temas complejos, nos propusimos, con el uso apropiado de los recursos que ofrece la museografía, hacerlos patentes de manera sencilla, didáctica y accesible para todo público. 

Como en toda instalación minera, antes del inicio de la jornada, el minero -entiéndase visitante- se dirige al área de seguridad donde hay una muestra del equipo utilizado cotidianamente en las minas y especializado para los equipos de salvamento: Los escafandristas. 

Rescatando el patrimonio minero y construyendo paso a paso un mejor futuro. El recorrido continúa con una muestra ilustrativa de los trabajos emprendidos para la recuperación del sitio. El esmero y cuidado puestos en el trabajo, son el resultado de un claro compromiso con el patrimonio industrial minero y su historia. Se subraya la importancia de que estos escenarios del trabajo recuperen su historia y sean preservados en su integridad, originalidad y sirvan para disfrute, así como en la formación de las nuevas generaciones. 

La gran hazaña: Desaguar el fundo minero. La casa de máquinas es el siguiente paso; una vez repuestos de la sorpresa de presenciar la gran magnitud del espacio y su formidable horca (castillete) interior, se inicia el recorrido por la historia de una extraordinaria hazaña: instalar una potente máquina de vapor alemana, traída desde Sajonia, con el afán de concretar el anhelo largamente soñado: extraer las aguas del fundo minero y posibilitar su vida productiva en el siguiente siglo.

Maquetas y bellas imágenes de época acompañadas de una explicación detallada y la reconstrucción del plan de desagüe, permiten comprender el gran esfuerzo y las esperanzas puestas en la mina “La Dificultad”. Razón por la que se ha destinado un espacio para rendir un homenaje a los trabajadores mineros alemanes y mexicanos, así como al grupo de empresarios y técnicos que entregaron su máximo esfuerzo para concretar este ambicionado proyecto.

De la columna de agua a la máquina de vapor sajona. Paralelamente a este recorrido y como un complemento didáctico al tema, se puede apreciar una interesante muestra sobre la evolución de las máquinas de vapor utilizadas en la actividad minera, para el descenso de los trabajadores, el desagüe de los laboríos o el acarreo y trituración del mineral.

Se ejemplifican, con maquetas elaboradas meticulosamente en sus detalles técnicos, desde la máquina de Savery y la de extracción conocida como de columna de agua instalada en la mina de Morán por Andrés Manuel del Río, hasta la gran máquina de vapor Sajona colocada en La Dificultad.

Materiales arqueológicos. El “malacate de araña”, es el único representante que sobrevive de la era del vapor; y ha sido adaptado para funcionar con energía eléctrica.  También se encuentra un malacate eléctrico de principios del siglo XX. Como un complemento histórico se aprecian ilustraciones y cédulas que refieren la historia de los malacates, desde los movidos por tracción animal, hasta los que utilizaron otras formas de energía como el vapor y la electricidad.

El malacate eléctrico se encuentra en servicio y es uno de los atractivos importantes dentro del recorrido, porque el visitante puede verlo funcionando, lo que da un panorama más completo del trabajo de los diferentes malacates a lo largo de su historia.

Emergiendo de la oscuridad de la mina. El tiro principal da acceso a los laboríos con una profundidad de 560 metros, tiene comunicación con la Mina de Acosta, lo que a futuro puede ser un elemento dinámico para establecer un circuito entre minas. Actualmente es utilizado por pequeñas cuadrillas de mineros, quienes causan admiración entre los visitantes cuando los ven surgir de la profundidad de la mina durante sus habituales tareas. El visitante tiene la oportunidad de interactuar con ellos, quienes con gusto cuentan su historia, el trabajo que realizan o alguna leyenda que conocen.

En el área de calderas hay una introducción general a la historia de la principal compañía minera que, desde 1824 hasta la actualidad, trabaja las minas de Real del Monte y Pachuca. 

El distrito minero: un libro abierto para la geología. Este distrito es quizá uno de los más visitados por los estudiosos de diferentes disciplinas, pero especialmente por geólogos e ingenieros mineros, quienes han atesorado un profundo conocimiento acerca de la geología de la región y la importancia de sus yacimientos minerales. Un lugar especial ocupa la crónica del trabajo y la ingeniería minera, ilustrada con una exposición de planos seleccionados especialmente, de finales del siglo XIX y principios del XX. En ellos se detalla la extensión y profundidad alcanzadas por la exploración y explotación de las vetas argentíferas.

Esta unidad se complementa con una interesante colección de máquinas para barrenar a diamante. La más antigua es una perforadora neumática de finales del siglo XIX. La colección permite explicar el trabajo de barrenación a diamante y su importancia en los proyectos de exploración geológica. Se utiliza como ejemplo del cambio en la energía y las posibilidades que cada época tuvo para la exploración. También se incluye una colección de herramientas y piezas de las barrenadoras localizadas en el taller de reparación. Todo esto ha permitido preservar el ambiente de los talleres e integrarlos, tal y como los encontramos, al recorrido general.

Finalmente la Litoteca Andrés Manuel del Río, el almacén de muestras de barrenación, compuesto por cientos de cajas con el muestreo, es quizá el lugar más insólito de la mina. Su visita, junto a la explicación de la importancia de los trabajos de exploración geológica, puede dar como resultado un conocimiento ilustrativo del trabajo mineralógico que desempeñan las compañías mineras. Esta área se ha convertido en una litoteca, probablemente la primera del país ubicada en el mismo lugar de trabajo.

La Litoteca está integrada por una colección de núcleos producto de la barrenación a diamante como parte del trabajo de exploración geológica; el análisis de su contenido permite conocer la cantidad de plata y oro que hay en una veta y decidir la conveniencia de realizar su explotación. 

La explicación sobre el origen de la tierra y la geología de Real del Monte se encuentra en esta área del museo, enriquecida con una muestra de minerales de diferentes centros mineros de México. En este espacio el visitante tiene la oportunidad de maravillarse ante los prodigios del subsuelo mexicano. 

Conclusiones
La investigación histórica, rescate y puesta en valor de los sitios del patrimonio industrial minero, contribuyen de manera directa a recuperar la historia y la identidad de las poblaciones y de sus habitantes, es una labor esencial para que en la sociedad adquieran un lugar en el contexto histórico de nuestro país y el mundo y valorar su aporte. Esta recuperación de archivos, inmuebles, maquinarias, herramientas, tradiciones, historias, etc., fortalece en la comunidad sus orígenes y su legado histórico y cultural, que incluso dio origen a sus ciudades y su trazo urbano determinado por la ubicación de las minas. Otro aspecto relevante es el patrimonio inmaterial en las tradiciones civiles y religiosas, que guardan un vínculo estrecho con la vida del minero y la cultura local.  

Los museos de sitio Mina de Acosta y Mina La Dificultad son una memoria viva de las actividades mineras y sus concomitantes aspectos cotidianos. Recobran los espacios donde los mineros llevaban a cabo su labor, y mediante los objetos, maquinaria, herramientas y equipo proporcionan una idea fidedigna de cómo se realizaba la explotación de los metales preciosos. A través de sus diferentes salas, el espectador efectúa un viaje histórico que le permite observar la evolución tecnológica de la obtención de la plata y el oro, así como el entorno vivencial en el que se desarrollaron los mineros. 

La museografía utilizada en los tres museos de sitio -con la ambición de reproducir el ambiente cotidiano en el cual vivió el minero- busca envolver al visitante en recreaciones lo más apegadas a la realidad temporal de los mineros de antaño. Así, por ejemplo, los diferentes espacios como la botica, la sala de curación, incluso la observación de los minerales en el interior de la mina, están dispuestos para provocar en el visitante la imaginación. En realidad, la virtud de un museo de sitio, su valor documental, radica en estimular en quien lo visita la ilusión de pertenecer -aunque sea momentáneamente- a un tiempo que no es el suyo, a una realidad que no le es propia pero a la que puede transportarse y, en última instancia, identificar sus raíces colectivas. 

Todos los guías de los museos de sitio Mina de Acosta, Mina La Dificultad  y Museo de Medicina Laboral, ubicado en el Centro Cultural “Nicolás Zavala”, tienen prosapia minera; han aportado su amplia experiencia y han sido capacitados sobre la historia de la minería, en específico sobre el lugar en el que se encuentran, para atender con prestancia a los visitantes. A partir de su incorporación al equipo de trabajo –los mineros jubilados- primero como albañiles mineros y después como guías, han aprendido la historia de su gremio, que ahora valoran y trasmiten, no sólo a los visitantes sino también a su familia; muchos de ellos son ejemplo a seguir para sus hijos o nietos.

Real del Monte se ha convertido en una alternativa para el turista nacional, en especial para el de la Ciudad de México, que ve en esta población un lugar cercano, con costos bajos y una oferta cultural aceptable. La Mina de Acosta, museo de sitio, es ya un punto obligado de visita. 

  • La apertura de los museos ha dado como resultado una mayor demanda en la consulta de los acervos históricos, entre estudiantes de los diferentes niveles educativos -elemental a doctorado-, investigadores y descendientes de mineros.
  • La mayoría de las personas que acude a los museos son estudiantes a quienes se les ofrece una oportunidad para enriquecer, mediante el aprendizaje significativo y lúdico, los conocimientos de la historia de la minería adquiridos en el aula, así como tomar consciencia de su propia historia y el papel que desean tener en su construcción.
  • La experiencia acumulada durante estos años, trabajando desde la sociedad civil, sin tener subsidio de ninguna instancia gubernamental; salvo las contadas becas por las que hemos concursado otorgadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y una del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, nos permite asegurar que con el trabajo constante y el compromiso de todos los que integran pequeños grupos de la sociedad civil, es posible ir trás los sueños hasta hacerlos realidad. Así, en la búsqueda de nuevas alternativas para nuestro pasado estamos heredando un patrimonio revalorado y puesto al servicio de la sociedad desde la sociedad: un Patrimonio para la Humanidad desde las entrañas de la tierra hidalguense.

Bibliografía

  • 1993 BEJOS Paredes, José Eduardo.- Restauración Antiguas Cajas de San Rafael. Pachuca, Hgo. (Tesis de licenciatura), Tecnológico de Pachuca. Noviembre de 1993.
  • 1993 OVIEDO Gámez, Belem (Coord.).- Guía General del Archivo Histórico de la Compañía de Minas de Real del Monte y Pachuca (Coord.).- México, AGN, CRDMyP y AHCRMyP. 223p. ISBN: 968-805-934-X  Tiraje: 1000 ejemplares
  • 2001 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio.- Mina de Acosta, Museo de Sitio, Catálogo Pachuca, Hgo. AHMM,A.C., 1era. edición 2001, 2ª. edición 2008, 93p. ISBN de la 2ª. edición: 978-607-95034-0-6 Tiraje: 1000 ejemplares
  • 2002 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio.- “Restauración de la Mina de Acosta y creación del Museo de Sitio” en Memorias del II Encuentro Nacional para la Conservación del Patrimonio Industrial. Aguascalientes, CMCPI,A.C., CONACULTA, UdeG,UAA y Gob. del Edo. de Aguas. pp 147-162 ISBN: 968-5073-48-1 Tiraje: 1000 ejemplares p. 148
  • 2003 OVIEDO Gámez, Belem.- “Un archivo de empresa, base para el rescate y conservación del patrimonio industrial: el Archivo Histórico de la Compañía de Minas de Real del Monte y Pachuca (1556-1967)” en Niccolai S. y Morales H.- La Cultura Industrial Mexicana, Primer Encuentro Nacional de Arqueología Industrial, memoria. México, BUAP, CMCPI, pp. 143-150 ISBN: 968-863-635-5, 1000 ejem.
  • 2003 OVIEDO Gámez, Belem y AVILES Junco, Maribel.- Guía infantil / Museo de sitio Mina de Acosta. Pachuca, Hgo. FONCA/CONACULTA y AHMM,A.C. 24p. s/ISBN Tiraje: 300 ejemplares
  • 2005 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio.- Centro Cultural Nicolás Zavala/Museo de Medicina Laboral, Catálogo. México, AHMM,A.C. y FONCA/CONACULTA,  44p. ISBN: 968-7972-02-5 Tiraje: 1000 ejemplares
  • 2011 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio.- Mina La Dificultad, museo  de sitio y centro de interpretación. México, D.F., AHMM, 125p. ISBN 978-607-95034-4-4  Tiraje: 1000 ejemplares
  • 2011 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio.- La Ruta de la Plata. Distrito Minero de Real del Monte y Pachuca, Mineral de La Reforma, Mineral de El Chico, Huasca y Omitlán. (Turismo Cultural en Sitios de Patrimonio Minero), México, D.F. AHMM,  144p.  ISBN: 978-607-95034-3-7 Tiraje: 1000 ejemplares

5 Reseña Gráfica de un Distrito Minero. Pachuca y Real del Monte. México, 1987 (Agotado)
Canto en la Tierra e Imagen ante el Tiempo. El Distrito Minero de Real del Monte y Pachuca. México, 1997.
6La compañía inglesa que llegó en 1824 a Real del Monte y Pachuca, trajo consigo a sus trabajadores, máquinas de vapor para el desagüe y los malacates, su arquitectura y costumbres; marcando con ello la fisonomía del pueblo de Real del Monte.
7Esta fue la única empresa de la mediana minería que logró mantener su independencia de la gran compañía que controlaba los designios del resto de las compañías regionales: la CRDMyP, incluso en 1910 llegó a superarla tecnológicamente. No obstante la avanzada tecnología y cuantioso capital introducido por los empresarios, la compañía no logró mantenerse por muchos años, por lo que se declaró incosteable y cedió sus propiedades a los trabajadores. A partir de 1938, la San Rafael se convirtió en una de las primeras cooperativas mineras del país, en la época de presidente Lázaro Cárdenas. La Cooperativa se derrumbó en 1955 en buena medida por la falta de capital, de herramientas y maquinaría; así como por la inexperiencia de los obreros en la administración. El subsidio otorgado por el gobierno federal resultó insuficiente. La Cooperativa vendió la maquinaría de minas y el molino de mineral para hacer frente a sus innumerables deudas, pasando finalmente a manos de la CRDMyP.
8BEJOS Paredes, José Eduardo,  1993.
9 Marco A. Hernández Badillo coordina esta área, de manera honoraria, con apoyo de Marbella Olguín Mera; Rigoberto de la Rosa y Miguel Gómez Palafox se encargan de la vigilancia.
10 Marco A. Hernández Badillo coordina esta área, de manera honoraria; su equipo de trabajo lo forman Fernando Pelcastre Carmona, Dulce María Ortíz Velázquez, Daniel Ormaechea Vargas, Rufino Carmona Jiménez, Crisóforo Valencia Ramíez, Rosario Valencia Ramírez, Augusto López Hernández y Maricela Rodríguez Casañas.
11 La Mina de Acosta tiene una superficie de casi 7,000 metros cuadrados de terreno. Los primeros datos de su existencia los ubicamos en 1727 cuando inició su explotación, misma que concluye después de 243 años.
La investigación histórica estuvo a cargo de Belem Oviedo Gámez y Rosario Villalobos Velázquez con apoyo de Aracely Monroy Pérez y Cosmelia Ortíz Velázquez.
12 La investigación histórica estuvo a cargo de Belem Oviedo Gámez y Rosario Villalobos Velázquez con apoyo de Aracely Monroy Pérez y Cosmelia Ortíz Velázquez.
13  Este trabajo fue dirigido por el Dr. Jaime Litvak King y realizado por Iván Hernández Ibar.
14 OVIEDO Gámez, Belem y HERNÁNDEZ Badillo, Marco Antonio, 2002 p. 148
18 Marco A. Hernández Badillo coordina de manera honoraria esta área; su equipo de trabajo lo forman Cosmelia Ortíz Velázquez, Jesús Hernández Jiménez,  Manuel Carbajal Moctezuma y Teresa de Jesús Bustamante Hernández. Los trabajos de carpintería para todos los museos son realizados por Miguel Ángel Hernández Santiago.
19 Una versión integral del proyecto que incluye los trabajos de restauración, investigación histórica y de arqueología industrial se encuentra en: Oviedo y Hernández (Coord.).- Mina La Dificultad, museo de sitio y centro de interpretación, 2011

Nota: Fotografías de Marco Antonio Hernández Badillo