LA ENTREVISTA

Sra. Celia Diaz Mora de García

Presidenta del Consejo Directivo General del Comité de Damas de la AIMMGM

A un año de su gestión al frente del Consejo Directivo General del Comité de Damas, ¿cómo evalúa usted el avance de los objetivos señalados en su plan de trabajo?

Bueno, aunque hemos avanzado de forma considerable en nuestro plan original, aún queda mucho por hacer de los objetivos que nos habíamos trazado, sin que suene a excusa, también es un hecho que la planeación de las actividades del Programa de Acompañantes de la XXXIII Convención Internacional de Minería nos ha tomado mucho tiempo. 

Pero aún nos queda casi un año de gestión y uno de nuestros objetivos primordiales es acercar a socias jóvenes al Comité y aunque es una tarea larga y muy compleja, definitivamente necesitamos sangre nueva en esta Asociación, mujeres que continúen la labor que inició hace ya 50 años el comité de damas.

¿Por qué ha sido compleja la labor?

Porque las circunstancias han cambiado, tanto en lo familiar como en el esquema laboral de las empresas mineras, hoy en día muchas de las señoras laboran fuera de casa y no les atrae formar parte de una Asociación con la que ellas quizá no se identifican. Te explico mi caso, cuando yo estaba recién casada y acompañaba a mi esposo a las diferentes minas donde trabajó, estas se encontraban la mayoría de las veces muy alejadas de cualquier población, no digamos de una ciudad, prácticamente teníamos que partir de cero, las esposas de los ingenieros realizábamos muchísima labor social, en principio quizá para ocuparnos, pero con el tiempo, al darnos cuenta de las necesidades de las comunidades comenzamos a involucrarnos de un modo más constante y con más convencimiento, en Tayoltita (Durango), donde yo viví por 15 años, gracias al trabajo de todas las señoras y el apoyo de la empresa que estaba en ese momento, se puso en marcha una granja, había criadero de aves, se cultivaban hortalizas, aprendimos a coser y a tejer, incluso con el tiempo, en el pueblo se instaló un taller donde  los uniformes de los trabajadores de la mina los confeccionaban las señoras de la comunidad…en fin, era un trabajo de verdad muy demandante pero muy satisfactorio.

¿Esa cultura de brindar ayuda la aprendió usted o la adoptó en la industria minera?

Definitivamente la aprendí en la minería, siempre digo que esta industria ha sido más que un trabajo un aprendizaje continuo, porque en los 40 años que tengo de formar parte del Comité de Damas en todas las unidades donde mi esposo ha trabajado he aprendido algo nuevo y diferente, ya que las necesidades de las comunidades son muy particulares en cada una de ellas y los compañeros de trabajo son también muy diferentes, he conocido a gente muy valiosa, he aprendido que el trabajo que se realiza por los demás conlleva una gratificación increíble, hoy en día mis hijos también han adquirido esa cultura de ser conscientes de las necesidades de la gente, el cuidado del medio que los rodea y en general el apoyar causas sociales diversas. La minería ha sido no sólo un medio de subsistencia nos ha proporcionado una familia inmensa a lo largo y ancho del país, en todos los lugares donde estuvimos mis hijos le dicen a todo el mundo tíos, no porque lo sean de forma consanguínea, sino por el lazo de fraternidad y compañerismo que existe en esta industria. La unión y solidaridad que se han creado a lo largo de muchos años de convivencia ahí está y siempre nos sentimos como una gran familia.

¿Fue difícil o complicado formar parte de una industria como la minería?, 

Bueno, como te decía anteriormente, las cosas han cambiado muchísimo, pero en principio había que estar muy enamorada del marido para seguirlo a sitios tan apartados, vivir en unidades donde prácticamente faltaba de todo, por ejemplo, electricidad, sobre todo en época de lluvias, tiendas de productos básicos, agua potable, etc. Era como dejar lo conocido e irte a la aventura sin saber que pasaría. Recuerdo que cuando llegamos a Tayoltita en Durango, teníamos que bañarnos con agua que venía directamente del rio y en época de lluvias el agua estaba totalmente turbia y muchas veces con lodo, en fin, lo que quiero decir es que, aunque había muchas carencias no eran tan necesarias y se compensaba con disfrutar lo que nos rodeaba, la belleza del entorno natural compensaba algunas de las incomodidades de la vida cotidiana. por supuesto, estas historias se repiten en todos los distritos que conforman hoy en día la Asociación y son parte de una experiencia que nos identifica como una organización única del ramo industrial del país.

Sin embargo, es un hecho que hoy las circunstancias son muy diferentes, los campamentos o colonias de familias mineras prácticamente han desaparecido, para empezar, cada vez son más las mineras que alojan en campamentos a los trabajadores y empleados, quienes laboran un número determinado de días por otro periodo de descanso, dependiendo de lo alejado de la unidad minera. Las familias ya no están viviendo en la mina y no se crea esa convivencia que tanto recordamos quienes tenemos muchos años en el gremio.

¿Cuáles han sido sus motivaciones para formar parte del Comité de Damas y de presidir ahora la directiva nacional? 

Yo creo que una de las principales motivaciones son el espíritu de ayudar a los demás, me emociona el tener la oportunidad de entregar becas a los jóvenes estudiantes de bajos recursos de las Carreas de Ciencias de la Tierra, no sabes la cantidad de historias que hay con estos chicos, es decir, siendo estudiantes fueron becados y años después encontramos a muchos de ellos plenamente integrados a la industria; personalmente, pienso que una beca es una gratificación al esfuerzo que hacen los jóvenes que estudian alguna de estas disciplinas. 

En la actualidad, el Comité de Damas a nivel nacional y las directivas locales entregan 290 becas, incluyendo las que otorgan los distritos y en cada ciclo escolar tenemos ya una lista de espera. Creo que lo que hace posible todo lo anterior es el trabajo incansable de las señoras en los diferentes Distritos, realizando eventos de diversa índole para recaudar fondos.

Adicionalmente, en las directivas nacionales siempre se ha apoyado cuando ha habido desastres naturales, como en los sismos del 2017 o inundaciones a consecuencia de huracanes, estoy hablando de Paulina en 1997 (Acapulco, Gro.) o Sinaloa en 2018, sólo por mencionar algunos.

Por otro lado, es de resaltar también la valiosísima labor social que llevan a cabo en algunos Distritos los Comités de Damas al apoyar a comunidades de escasos recursos o grupos sociales vulnerables como son los niños y gente de la tercera edad. El trabajo que realiza día a día el Comité de Damas nos convierte en una organización única en la industria y personalmente, es una gran satisfacción formar parte de un grupo que cumple 50 años ininterrumpidos de apoyar desde nuestra trinchera al sector minero.

Al respecto, y aunque todavía es muy pronto para hablar en detalle, estamos trabajando en un proyecto denominado Fondo Social, el cual esperamos sea muy exitoso.

¿En qué consiste el proyecto Fondo Social?

Va dirigido a las comunidades mineras y se busca apoyar pequeños proyectos de emprendedoras que puedan ser autosustentables, se hizo una convocatoria para que se presentaran proyectos, se analizará cada uno de ellos a fin de determinar cuáles son los más viables de apoyar.  El monto total del Fondo asciende a 2 millones y medio de pesos y se asignará una cantidad de acuerdo con las características de cada proyecto en lo particular, hoy día tenemos ya algunos proyectos muy interesantes, como el de huertos orgánicos de Chihuahua, o el de bordados en Zimapán, donde un grupo de señoras tomó un curso sobre el bordado típico de Tenango de Doria, la idea es enseñar a las señoras de las comunidades para que ellas puedan elaborar y comercializar las prendas, hasta ahora, parece que vamos a iniciar con el proyecto de una panadería en La Laguna, en Torreón. Contamos ya con un proyecto muy bien estructurado de todo lo que se necesita, desde requerimientos físicos, capacitación, horno, equipo de cocina, etc. Pero bueno, es apenas el inicio y esperamos llevarlo a buen término.

Es importante resaltar que la idea de este Fondo Social parte de la Directiva Nacional, la Asociación se encargará de hacer todas las gestiones operativas y de esta forma, el manejo será más sencillo y transparente. 

¿Cómo ve el Comité de Damas en algunos años? ¿Continuará su labor social cómo hasta ahora lo ha hecho?

Es un tema que me preocupa de verdad y se lo he hecho saber a las señoras, nos estamos volviendo una Asociación de gente mayor, a las nuevas generaciones no les interesa pertenecer al Comité, se da el caso que asisten a una o dos reuniones y no se vuelven a aparecer; en ese sentido, es que hemos estado trabajando e insistiendo por afiliar a nuevas socias.

Por mi parte yo continuaré como lo he venido haciendo durante 40 años, como socia del Comité de Damas.

¿Son suficientes 2 años de gestión para concretar un programa de trabajo?

Me parece que sí, porque en realidad es darle seguimiento a una labor que ya tiene muchos años en marcha y aunque pareciera difícil, en realidad el otorgamiento de becas y el enorme trabajo social que se realiza en los diferentes Comités ya está muy establecido y más bien se ha vuelto una tarea de trabajo en equipo. He tenido oportunidad de ver de cerca el trabajo de algunas socias, como la presidenta de Caborca, las señoras de San Luis Potosí o Laguna (por mencionar sólo algunas, ya que no quiero dejar fuera a nadie). El entusiasmo con el que emprenden cada tarea es de verdad contagioso, son incansables para realizar eventos, conseguir recursos, inclusive pelean a la directiva nacional cada una de las becas que se les otorgan, en fin, no tengo palabras para describir la manera en que cada una de ellas se involucra en todas las actividades que se realizan en la Asociación, y repito, esto no es nuevo, el cariño y apego al sector minero es algo que hemos aprendido y sólo queremos retribuir de alguna forma todo lo que hemos recibido.

¿Cómo se conformó el programa de acompañantes de la XXXIII Convención Internacional de Minería?

Desde un principio yo tenía una idea en mente, no quería que las actividades del Comité de Damas implicaran largas horas en un salón, es decir, para muchas de nosotras la Convención es una gran oportunidad de estar con nuestra familia, con los amigos que vemos sólo cada dos años,  el Puerto de Acapulco es un lugar espléndido para realizar nuestro magno evento y lo que más queremos es disfrutar unos días lejos de las tareas cotidianas; en este punto quiero destacar que al hacer este ajuste en el programa de acompañantes un beneficio adicional fue simplificar la logística del evento y con ello también los costos, presentar conferencias con poca asistencia y la renta de un salón por más horas implica un gasto innecesario, el horario de actividades durante los dos días del programa comenzará a las 10 de la mañana y concluirá a la 1:30 de la tarde. 

Algunas de las novedades que incluye en esta ocasión el Programa de Acompañantes es que no habrá ninguna conferencia, en su lugar se presentará una charla motivacional con el escritor, conferencista y director de teatro, Odín Dupeyrón, quien es muy conocido en los medios. Otro tema es el de los obsequios, ahora se les entregará a las señoras un boleto para intercambiar por tarjetas de regalo en caso de resultar ganadoras, se reduce la cantidad de regalos, pero se incrementa el monto de lo entregado. Todo lo anterior tiene como finalidad agilizar las actividades del programa de acompañantes para que las señoras dispongan de más tiempo libre, para disfrutarlo como y con quien ellas decidan.

Hay algo que deseo destacar porque nos llena de orgullo y satisfacción, y es el tema de la bolsa que se entregará a las señoras en esta edición. Es una bolsa fabricada en su totalidad por presos del Centro Penitenciario de Santa María Ixcotel en Oaxaca, ellos maquilan estas bolsas que sus familiares venden en el mercado. La historia es muy peculiar, hace algunos años recibí una de estas bolsas de regalo, y siempre que la llevaba llamaba mucho la atención, porque era muy bonita y por sus acabados, de ahí fue que se nos ocurrió que esta bolsa podría ser la que entregáramos en la XXXIII Convención Internacional de Minería, si bien aunque yo sabía que la bolsa era de Oaxaca, desconocía quienes la fabricaban, la Sra. Ma. Esther Flores, Coordinadora del Comité Organizador y yo fuimos a Oaxaca y al hacer un recorrido buscando a los vendedores, nos enteramos que eran los presos quienes las hacían dentro del penal.

En la Directiva Nacional del Comité de Damas, nos pareció una magnífica oportunidad para apoyar el trabajo de artesanos mexicanos, quienes además de encontrarse en condiciones de vida muy difíciles, elaboran toda clase de pinturas, bordados y tejidos, que son verdaderas obras de arte y a precios muy accesibles. Con la ayuda del CDN se gestionó ante las autoridades respectivas para hacer la solicitud de compra por 800 bolsas,  para ellos por supuesto, fue una verdadera sorpresa el monto del pedido, ya que apenas son 16 presos los encargados del trabajo, después de una consulta con el resto de las señoras y además del CDN, se determinó proveerles la materia prima para que al final ellos obtuvieran mejores márgenes en la venta, aun así, quiero resaltar que el costo final de la bolsa fue muy accesible y me parece que entre todas las opciones posibles se hizo la mejor elección.

El resto del programa de las señoras incluye un desayuno para todas las socias (no sólo para las Presidentas de Distrito), el espectáculo de una pareja de Magos y una Comediante; la Asamblea General se llevará a cabo simultáneamente a la de los señores.

Adicionalmente, debo decir que integrar el programa de acompañantes fue una tarea muy laboriosa y aunque lo hicimos con el mayor de nuestro esfuerzo y dedicación, tenemos claro que es muy difícil unificar los gustos y preferencias, yo creo que las señoras que me antecedieron al frente del Comité de Damas experimentaron la misma inquietud y al final, lo único que queda en todas nosotras es saber que la tarea encomendada la realizamos con gran entusiasmo y cariño por la Asociación.

¿Qué ha sido lo más complicado que le ha tocado vivir en su primer año de trabajo?

Yo diría que dar por concluido el tema del Fondo de Defunción para las señoras, ha sido un asunto muy desgastante, me parece que la intención en principio era buena, pero desafortunadamente, no había ningún fundamento técnico y económico que soportara la creación de este fondo. Jamás se entregó a esta directiva un estudio o diagnóstico de alguna institución financiera que respaldara que, con un pago único de 1,500 pesos se pudieran recibir al final 150 mil pesos.

Quiero dejar muy claro que de mi parte no estoy negada al proyecto, pero simplemente las aseguradoras consultadas en cuanto conocían nuestra edad promedio, de inmediato ponían objeciones al asunto concluyendo la inviabilidad del fondo, la opción que se puso sobre la mesa para quienes insisten en este Fondo es pagar la cuota anual que tienen los señores e integrarse como socias de los diferentes distritos  y de este modo, tener el beneficio de defunción que tienen todos los socios que pertenecen a la asociación, aunque esto de algún modo ya no lo vería el Comité de Damas, sino la directiva de cada distrito al que corresponda. 

¿Qué proyecto o tarea le gustaría que continuara e incluso, se fortaleciera cuando usted ya no esté al frente del Consejo Directivo General del Comité de Damas?

Creo que el proyecto del Fondo Social es un tema que en lo personal me encanta y me entusiasma muchísimo la idea de ayudar a crear fuentes de trabajo, tan necesarias siempre y quizá más en este momento; en las comunidades mineras siempre hay necesidades entre la población y si nosotros desde la Asociación podemos contribuir a proporcionar los medios para que la gente genere sus propios recursos, me parece algo sobresaliente. Siento sin dudarlo, que no habría nada que me enorgullecería más y que el trabajo que se ha realizado no sólo por mí, sino por todas las señoras a lo largo de estos 50 años de formación del Comité de Damas, habrá valido todo el esfuerzo  porque este ha servido como preámbulo para ser un beneficio sustentable como es la industria minera actual.