Industria Verde

Por: Juan Manuel González

El ser amigable con el medio ambiente es cada vez más importante. La forma más simple de definir lo que significa ser amigables con el ecosistema es, decir que vivimos con la intención de no crear daño al medio ambiente. Esto va más allá de una simple idea, se extiende a prácticas reales que influyen en cómo las comunidades, las empresas y los individuos se comportan. Siendo amigable con el medio ambiente va más allá de simplemente apagar las luces cuando salga de la habitación o la separación de la basura para el reciclaje – se trata de cambiar el propósito de cómo se vive.

El equilibrio entre el desarrollo económico, social y del medio ambiente es un reto clave para lograr la sustentabilidad a largo plazo; por lo que dentro del sector económico es necesario generar e impulsar los cambios necesarios en los procesos de producción; siendo uno de los cambios estratégicos para la competitividad de las empresas el diseño de sistemas y productos con mayor durabilidad, que proponga una fácil recuperación de materiales al final de su vida útil. Sin embargo, es necesario que las industrias realicen cambios en la planeación y diseño de sus instalaciones, infraestructura y procesos. Para lograrlo, es necesario basarse en los conceptos y componentes que conforman una industria verde.

En la actualidad existe una necesidad crítica de implementar la Ingeniería Verde al diseño de los procesos industriales; el desarrollo sustentable exige la creación de nuevas visiones, paradigmas, políticas, herramientas metodológicas y procedimientos que sean aplicables a todas las áreas del desarrollo y adoptadas por las empresas industriales para promover la producción limpia y el cambio de los procesos productivos hacia una industria verde. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial – ONUDI (2008) propone diez puntos que debe cumplir una Industria Verde: 

  1. Uso eficiente de recursos: materiales, energía y agua
  2. Reducción de residuos y emisiones
  3. Manejo responsable y seguro de químicos
  4. Substitución de combustibles fósiles por energías renovables
  5. Rediseño de productos y procesos
  6. Reducir, reusar y reciclar (3R)
  7. Tecnologías y equipos para el control de la contaminación
  8. Tecnologías eficientes y energías renovables
  9. Gestión de residuos y disposición final
  10. Servicios de consultoría y análisis medioambiental.

Otra razón para que las industrias implementen dichos conceptos es el problema ambiental a causa del calentamiento global, ya que esto ha llevado al aumento de precios en la energía, lo que se relaciona con la disminución de las reservas de productos fósiles y ha empujado a buscar soluciones para que el uso de la energía sea eficiente, particularmente en los procesos de producción en las industrias. Al mismo tiempo, esto ha llevado a las empresas a identificar las medidas y estrategias necesarias para incrementar la eficiencia energética y una solución es el uso de energía renovable, siendo las energías solar y eólica las dos fuentes más utilizadas. A fin de llevar a cabo la transición, el primer paso y el más importante es el desarrollo del capital humano. Para implementar estos conceptos en la industria se requiere de cambios de actitud, el ejercicio de una gestión ambiental responsable y la promoción del cambio de tecnologías para asegurar su efectividad ambiental y su factibilidad económica.

Sin embargo, para alcanzar el desarrollo sustentable de la industria es necesario partir de una correcta planeación y diseño de las instalaciones en el campo industrial, considerando principalmente el diseño verde. También es necesario establecer y generar una metodología que permita a las industrias adoptar el compromiso de reducir el impacto ambiental de sus procesos y productos a través del incremento en la eficiencia del uso de los recursos, promoviendo su práctica de un modo continuo y adecuado.

Hay tres etapas básicas para llegar a ser amigable con el medio ambiente:

  1. Aprender a consumir artículos que causen el mínimo daño ambiental. 
  2. Descubrir la extensión de su huella de carbono, conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero, producidas por una persona, organización, productos o eventos, en términos de CO2 equivalentes y actuar para reducir esa huella en el medio ambiente.
  3. El esfuerzo de apoyar a otros que trabajan para vivir y producir comunidades ecológicas y sostenibles.   

El primer paso se refiere a cada uno de nosotros actuando de inmediato para cambiar la forma en que se consumen cosas en la vida. Esto significa cambiar los hábitos de conducir, los tipos de envases que utilizamos, cómo deshacerse de los residuos y cómo utilizar los recursos naturales.

El segundo paso se refiere a la extensión de su huella de carbono que puede no ser capaz de cambiar, como vivir en una casa, tener que conducir un coche o el tipo de empleo que tiene y actuando con la responsabilidad de reducir esa huella a lo mejor de su capacidad.

El último, implica buscar activamente conexiones con otras personas respetuosas del medio ambiente, las comunidades, las empresas y la elección de la red y apoyarlos para crear una vida más sostenible. Eso puede no ser tan fácil como parece. 

La minería verde es un concepto que las personas ajenas al sector escuchan, pero no conocen a ciencia cierta. Se trata de una apuesta que las empresas dedicadas a esta actividad hacemos por la naturaleza y el medio ambiente, poniendo sobre la mesa prácticas sostenibles y con un mínimo impacto en el medio ambiente. No hay que olvidar que las actividades mineras aportan un gran impacto positivo como es la creación de riqueza a nivel nacional e internacional y la creación de fuentes de empleo, consolidándose como un sector muy importante en la economía. Por lo tanto, se centra en la búsqueda y empleo de técnicas respetuosas, que tengan un mínimo impacto.